Hablemos De: Warcraft 3 Parte 2
Warcraft 3, mi videojuego favorito, mi musa, el motivo de mis pajas, y otras cosas que dije en la anterior nota. Luego del disfrute del juego base, con campañas extraordinarias, mapas increíbles y unidades hermosas, no tuvimos más que hemorragias de placer con la llegada de la expansión, que incluyó más unidades, más mapas e incluso razas de uso limitado. Sin más que aclarar, y siguiendo la temática de Hablemos De, vamos a transcribir la historia del juego y de las campañas, y de paso nos echamos unas risas. Venga.
Historia
Tras los acontecimientos del juego base, los orcos, los humanos y los elfos nocturnos son todos compis después de haberle dado unas buenas nalgadas a la Berning Lichon. Lo cual no impide que siga habiendo conflictos en Azeroth. Seguiremos la historia de una elfa que tiene como misión personal regresar a un criminal a su celda, a un elfo caído en desgracia que busca un nuevo camino para su gente, a un príncipe traidor que debe viajar al culo del mundo para salvarse a él y a su señor y a un nómada solitario que deja de ser tan solitario.
Abrimos la campaña con una cinemática donde Illidan Stormrage, metamorfoseado y con poderes enormes después de absorber las energías de la Calavera de Gul'Dan tiene una nueva misión. Misión que para cumplirla parece necesitar un ejército, porque de las profundidades surgen unas serpientes monstruosas dispuestas a seguir sus ordenes.
Pasamos a la prota de esta campaña (o la mayor parte de la misma), Maiev Shadowsong, encargada de vigilar la celda de Illidan, que se fue de joda el día que Tyrande se paseó por ahí y ahora tiene que recoger el trapo sucio. Ella y sus guerreras personales siguen el rastro de destrucción de Stormrage, ademas del trabajo de la Legion que dejo a las criaturas del lugar enloquecidas. Las celadoras se abren camino por estas bestias, sátiros comprados y las serpientes llamadas Nagas, que sienten un especial desprecio por los elfos de la noshe. Maiev alcanza a Illidan justo para que este raje en un barco y tras acabar con los sirvientes de por ahí y afanar las naves restantes, sigue a su presa a unas islas emergidas recientemente.
Al establecer una base, ayudar a un brujo orco con sus pesadillas y formar un club de lectura, Maiev y sus guerreras llegan hasta Illidan que se adentra en las profundidades de la tumba del capo de capos, Sargeras. La celadora no duda ni un segundo en arrastrar a sus amigas a una cueva húmeda con olor a musgo llena de muertos vivientes, demonios con el peor trabajo del mundo, abominaciones típicas de mazmorras demoníacas y más nagas. Tras juntar los pedazos de una esfera con la que podrá atacar a unidades aéreas, y rescatar a elfos que se colaron en la fiesta, Maiev llega hasta el traidor, que explica que heredó las memorias del brujo orco Gul'Dan tras absorber los poderes de la calavera y que estas lo guiaron a este lugar y mas concretamente a lo que albergaba: un artefacto conocido como el Ojo de Sargeras (ahora lo llamaremos Sargeras el Tuerto). Illidan usa esta cosa para derrumbar la cueva sobre las cabezas de sus enemigas y de sus propios guerreros, pero Maiev logra escapar usando hacks.
Al llegar a su base con los ovarios por el piso y algún que otro hueso pulverizado, los nagas no tardan en decir presente. Maiev cae en la conclusión de que no puede con esto sola, así que decide mandar a una mensajera a casa para pedirle ayuda a papi Furion (que se cambio el nombre por Malfurion, porque él cagó a Archimonde y puede hacer lo que quiera). Tras juntar algunos tesoros, encontrarse al pandaren fisgón, neutralizar a un agente de la Legion enviado a vigilar a Illidan y atravesar decenas de nagas, el mensaje llega a Kalimdor y Malfurion y Tyrande se lanzan al rescate de la buena de Mai.
Esta no puede con su vida. Su base no cuenta con recursos y se cae por si sola, ademas de los continuos ataques del rompebolas de Illidan. Los lideres elfos se abren paso por la isla hasta llegar a Maiev, que se tira de los pelos con Tyrande por darle trabajo en su siglo sabático pero Malfurion las detiene recordandoles que Illidan sigue tocando huevos azules. Tras recoger al resto de la tripulación elfica, entre ellos unos gigantes de piedra con cara de subnormal, los elfos arrasan la base naga pero Illidan vuelve a tomarse el palo, esta vez hasta las ruinas de Lordaeron, obligando a los elfos a seguirlo a esa tierra muerta.
Malfurion se aleja de la party para hacerse una paja (porque aparentemente no le gustan los tríos) y las feminas se encuentran con la raza mas inútil del juego después de ellos mismos: ¡los altos elfos! O lo que queda de ellos después de la destrucción de Quel'Thalas en el juego base. Nos cuentan que se han convertido en las perras de la Alianza (aquellos que dijeron que seguir a una mujer era absurdo y se quedaron en el continente) y que les juntan suministros en las aldeas cercanas. Tyrande decide ayudarlos a llegar a su destino, haciendo que Maiev recalque que tienen mejores cosas que hacer que ayudar a un puñado de afeminados que se inyectan mana en las venas. Cosas como, no se, ¡PERSEGUIR AL PUTO TRAIDOR CON UN PODER INCALCULABLE QUE POSEE UN ARTEFACTO CAPAZ DE DESTRUIR TODA LA VIDA EN LA TIERRA! Pero Tyrande insiste en hacer realidad su sueño frustrado de ser madre y obliga a Maiev a hacer de niñera a los elfos sanguinarios, llamados así por la extinción de su antigua herencia (vaya nombre para honrar a tus hermanos caídos). Tras atravesar decenas de miles de muertos vivientes y reclutar a un gran puñado de mercenarios, los orejas largas llegan a su destino y tras sobrevivir a una emboscada, Tyrande decide quedarse atrás para asegurarse que los demás logren escapar. Sin embargo, su falta de sexo hace que una de sus estrellas derrumbe el puente en el que esta y caiga al riachuelo. Maiev dice que se joda y arrastra a los elfos a su búsqueda de Illidan.
Mientras todo esto pasa, Malfurion, quien estaba tan tranquilo jalandosela en lo profundo del bosque, es descubierto por unos wisps que le recuerdan que debe detener a su hermano que aparentemente quiere partir el planeta en dos. El druida obedece y llega a donde Maiev y las perras de la Alianza, que siguieron el rastro de Illidan hasta las ruinas de la ciudad mágica de Dalaran (ah, que recuerdos). Maiev, con los ovarios mas grandes que el edificio mas enorme de la ciudad, le miente en la cara a Malfurion diciendole que Tyrande esta muertica y que Illidan es de culpar. Como si los naga no fueran suficiente, los elfos también deben resistir los continuos ataques de los muertos tocahuevos. Para solucionar este inconveniente, Maiev y Malfurion liberan a Magroth el paladin encarcelado por los naga y lo unen a su causa. Tras arrasar la base de Illidan con un potente ataque y frustrar su hechizo, Maiev cumple por fin su tan ansiado cometido y atrapa a Illi, solo para descubrir que las intenciones de este eran todo menos malas.
Su objetivo era destruir al rey de la muerte y gobernante del azote, el Rey Lich. Una cosa lleva a la otra y Malfurion se entera de la mentira de Maiev con respecto a su amada, así que la encarcela a ella y libera a su bro para que lo ayude a buscar a la sacerdotisa. Los naga la encuentran mostrandole el culo a los muertos vivientes, así que los hermanos se apuran para rescatarla. Tras neutralizar a unos molestos trolls de bosque, Illidan arrasa a los putrefactos y rescata a Tyrande, reuniendola con su hermano en lugar de secuestrarla y llevarsela a otra dimensión. Al final, este explica que debe huir muy muy lejos, ya que si su jefe lo encuentra le va a dar una paliza que ni Maiev en sus sueños mas húmedos podría. Malfurion deja ir al pibe pero permite que Maiev los siga y, por qué no, le devuelve a los elfos que le robó. Mientras Illidan y Maiev entran a una dimensión inhóspita, Malfurion y Tyrande vuelven a casita a hacer cositas de elfos.
En vez de irnos con Malfurion y Tyrande a Kalimdor para ver cómo es el apareamiento de su especie, nos quedamos en Lordaeron, en compañía de los elfos de la menstruación quienes reciben la bronca del líder de la Alianza de Perdedores, el Gran Mariscal Garithos. No pasan ni 5 minutos para que este caballero con una skin diferente nos muestre lo xenófobo y racista que es, discriminando a los elfos y tildándolos de inútiles.
El jefe de los elfos, el príncipe Kael'Thas Sunstrider, es asignado junto a sus hermanos a reparar unos observatorios que hay por la zona con el fin de vigilar las tierras vecinas en busca de amenazas. A regañadientes, el príncipe acepta y se dirige con su gente, ademas de con algún que otro humano prestado, a estas edificaciones, atravesando todo tipo de criaturas: desde demonios abandonados hasta magos renegados y bandidos pasando por mutantes mágicos de Dalaran. El siguiente paso tras reparar el primer observatorio es atravesar el rio para alcanzar los demás. Sin embargo, los muertos vivientes han destruido el astillero, por lo que nos quedamos sin naves, muchachos. ¡Pongan los créditos!
No obstante y para suerte del principito, los naga (dejados atrás por Illidan tras su partida) ayudan a los elfos otorgandoles barcos totalmente funcionales, con el argumento de que les caen bien. Kael y sus guerreros logran llegar a la isla vecina, donde tras establecer una base, liquidar un bastión de los muertos vivientes y pulverizar a las diversas criaturas de los alrededores (entre ellos, el Jefe Ogro y el campeón gnoll Snarlmane), los elfos finalizan su tarea y reparan los observatorios restantes. Cuando el patrón Garithos llega, no le hace nada de gracia saber que los naga anduvieron mostrando su fea cara por acá, así que reprocha a los orejas largas y les ordena prepararse para su siguiente misión ¿Cuál es? Pues ser la carne da cañón para la ingente cantidad de muertos vivientes mientras nosotros nos subimos a los rascacielos y comemos pochoclo mientras los destripan vivos.
Las bases de Kael son rápidamente despachadas por las oleadas de muertos anterior nombradas y los elfos empiezan a confesar sus pecados. Sin embargo, la salvación llega en forma de unas serpientes desagradables con un olor a pescado tal que es vomitivo. Con el apoyo de estos monstruos, los elfos logran pulverizar a los muertos y a su jefe Dalvengyr, el señor del terror mas patético después de Mal'Ganis. En un momento de calma, Vashj, la lider de los naga, les ofrece a los elfos una oferta para conseguir litros y litros de suculenta magia para saciar su sed. Sin embargo, estos declinan al saber que involucra a demonios. En cuanto los naga se retiran, Garithos llega justo a tiempo para reprochar a sus odiados sirvientes, teniendo la excusa perfecta para encarcelarlos y ejecutarlos a cada uno de ellos. Vashj decide ayudarlos y se infiltra en las mazmorras donde los tienen prisioneros y junto con Kael, libera a los elfos prisioneros, ademas de poner a descansar a los fantasmas de los archimagos asesinados por Arthas hace tiempo.
Tras neutralizar al carcelero Kassan, formar un club de lectura (si, ellos tambien), acabar con la miseria de las criaturas de laboratorio y hacerse un festín con unos golems de carne, Kael y los elfos al fin escapan a la superficie. Sin embargo, el racista número 1 de la Alianza no esta dispuesto a dejar ir a esta "gente", así que manda todo lo que tiene contra ellos. El boleto de salida de los elfos y naga es el portal místico (Uuuuuoooooo) con el que Archimonde entró en Azeroth la primera vez, por lo que también pasa a ser el objetivo de Garithos. Mientras las razitas pasan por el portal, Kael y Vashj deberan frenar las fuerzas humanas llenando el camino con torres de diversas funciones (las cuales solo podremos usar ÚNICA Y EXCLUSIVAMENTE en esta misión) mientras reclaman los tesoros que hay escondidos por los alrededores. G-Man no se hace esperar, lanzando mercenarios y ratas de laboratorio contra el portal, pero ninguna criatura puede atravesar la ráfaga que emanan las torres, por lo que los elfos y nagas logran escapar, no sin antes permitir que un pandaren fisgón se cole por el portal.
Ya en las tierras de Terrallende, antaño Draenor, la tierra natal de los orcos, la nueva alianza empieza a buscar al cagón de Illidan. Tras 3 días de deshidratacion, hambruna y abstinencia sexual (porque los elfos estaran desesperados, pero ni locos se acercan a esas cosas a las que llaman amigos) por fin encuentran a Illidan, que ha sido capturado por la zorra de Maiev y sus vigilantes. Los muiaios no se hacen esperar, lanzando sus fuerzas contra los elfos para reclamar la celda donde esta Stormrage y liberarlo para... ¿qué querían hacer? No me acuerdo. Kael y sus hermanos se ponen al servicio de Illidan y este pone como nuevo objetivo cerrar las puertas demoniacas que un conocido brujo orco abrió hace ya mucho tiempo, para facilitar la conquista de las tierras devastadas propiedad de Magtheridon, primo de Mannorto. Illidan, Kael y Vashj hacen esto, ademas de ayudar a los locales contra los ataques de los agresivos orcos fel.
Tras negar el paso de refuerzos exteriores, Illidan guía a sus lacayos a la fortaleza del señor del foso, la cual es asediada por dos frentes. Los guardias personales de Magtheridon son asesinados, así como gran parte de su ejército, y el mismo es encarcelado junto a la vigilante Maiev (ya se habían olvidado de ella, ¿cierto?) para fines que no discutiremos. Mientras Illidan se hace una paja en una colina y obliga a Kael y a Vashj a verlo, una nube de pedo demoníaco se acerca, mostrandonos al imponente señor de la Legión Kil'Jaeden, primo de Archimonde. El demonio esta listo para meterle un dedo en el culo a Illidan y sacarselo por la boca, pero este le pide una nueva oportunidad para llevar a cabo su misión de destruir el trono de hielo. Kil'Jaeden accede al ver el ejército que ha reunido su sirviente y se retira, dejando a los 3 chiflados con un nuevo encargo: destruir al azote.
Volvamos a Lordaeron, actualmente gobernada por los señores del terror (Detheroc, el gemelo de Mal'Ga; Varimathras, el mellizo de Tichondrius y Balnazzar, el señor de las uvas) que no se enteran de mucho. Cuando están a punto de hacerse una paja grupal (con cagadas en la cara incluidas), la puerta de la ciudad es derrumbada por el golpe de la Frostmourne del gran Arthas, que se olvido la llave en Kalimdor. Tras volver de su parranda en las tierras del oeste, el campeón de Ner'Zhul reclama el trono de sus tierras usando la corona (aparentemente invisible) de su padre. Los demonios le dicen que se siente en sus dedos y baile, pero Arthas les dice que papi Archimonde esta esparcido por todo Ashenvale y que si ellos no quieren correr la misma suerte, que se vayan por patas. El trie calavera obdc y raja, haciendo que las porristas de Arthas (Kel'Thuzad, el pene de hielo y Sylvanas, las tetas podridas) salgan de su escondrijo. Kel'Thuzad quiere hacerle una mamada a su senpai, pero Arthas dice que no esta excitado y que solo la matanza indiscriminada de humanos va a hacer que se le pare la Frostmourne. Sylvanas quiere parte y se une a la cacería humana, que terminará con el último centro de la Orden de la Mano de Plata siendo arrasado por 3 frentes diferentes. Para el escape humano, los mismos bandidos se han unido al ejército de la Alianza En el camino Arthas se encuentra con el hijo feo de Muradin, a quien le mete su propio martillo por el culo, Kel'Thuzad se topa con Magroth, el paladín que ayudó a los elfos contra Illidan, y Sylvanas encuentra a su prima zorra, a quien mata por haberle robado el novio a los 15 años. Luego de destruir un par de aldeas. Arthas tiene un fuerte dolor de cabeza, debido al llamado del jefazo que le dice que vaya con él o todo se va al carajo. Kel'Thuzad le pregunta si aun esta para la orgía y Arthas le responde que si, por lo que tras arrasar las aldeas restantes, matar al último espía Sasquatch y comprarle un espectro de hielo a Timothy, los paladines son violados hasta la muerte (aunque alguno logra escapar).
Los lideres están a punto de iniciar su tan ansiada orgía pero el Rey Lich le baja los humos a Arthas y le ordena que vaya a Northrend a pasar tiempo con él. Arthas, frustrado, cancela la sesión y la deja para otro día y se dirige junto a Kel a la capital para preparar el viaje. Sylvanas se junta con los Nathrezim con la promesa de un bukkakke demoníaco, pero estos le paran el carro y le ofrecen unirse para acabar con Arthas. Sylvanas, al darse cuenta del engaño, los manda a la B, dejando a los demonios sin su apoyo, lo cual no impide que estos embosquen al rey en su capital. Kel'Thuzad escapa cagandose y Arthas es forzado a huir por su cuenta, reclutando a todos los monstruos que aún lo reconozcan como la total autoridad (que sorpresivamente no son tan pocos). Tras atravesar la capital y destrozar a los hijos de Mal'Ganis, Arthas es interceptado por Sylvanas que, enojada por no haber podido cojer ese día, decide aprovechar para matar a Arthas. Este es salvado rápidamente por su fiel Kel, lo que obliga a Sylvanas a escapar. Arthas llega a la costa y se va pa Northrend, dejando el mando del azote a su amante.
Al día siguiente, Sylvanas sigue frustrada sexualmente y su siguiente objetivo son los señores del terror. El primero de ellos es Varimathras, que es violado por los lideres de las bestias salvajes poseídos por Banshees y al servicio de Sylvanas (Mug'Tholl, un boludo que se la pasa en el bosque metiendose cosas por el culo; Blackthorn, un jefe bandido local; Snarlmane Jr que, tras la muerte de su padre a manos de Kael, ha asumido el mando de regente de los gnolls; el Señor del Charco Murloc, padre de los hombres peces locales y Zul'Rogg, regente de los trolls del bosque sobrevivientes). Cuando Tichondrius nº 2 esta a punto de ser penetrado por el viscoso miembro viril del jefe murloc, le dice a Sylvanas que pare y a cambio le ofrece a sus hermanos para que sienta la verga de la Legión. A Sylvanas le gusta esta idea y manda a sus amantes bestias a conseguir condones para la fiesta que se avecina.
Mientras tanto, en Northrend, Arthas desembarca con las bolas congeladas. No pasa mucho antes de que un comité de bienvenida de elfos ataque a nuestro querido rey que, en su infinita sabiduría, no se trajo demonios de la cripta. Por suerte, papi Ner'Zhul previó la pelotudez de su campeón y mando al impotente Anub'Arak a ayudar a su pequeño. Arthas le agradece y a continuación arrasa la base elfa, apoderándose de sus recursos. Enseguida, un viejo conocido se presenta como el jefe de estos elfos. Se trata de Kael, quien se la tiene jurada a Arthas por diversos motivos, ya sea robarle a la novia o llevar a su gente al borde de la extinción (ya saben, cosas que pasan cada día). Arthas y su nueva mascota se apoderan de los tesoros de un grupo de dragones y unen al líder del mismo a su causa. Luego se topan con los colegas de los elfos, los naga, a quienes Arthas les encuentra un asco especial. Luego de exterminar las amenazas (incluidos un grupito de pescadores Tuskarr), llegar a la entrada subterránea de Azjol Nerub (que da directo a Corona de Hielo, el hogar del Rey Lich), neutralizar a sus guardianes y obtener el tesoro del Rey Pinguino (amigo de copas del Rey Exanime) los sirvientes del azote entran al reino olvidado sin saber los horrores que les esperan.
Mientras tanto en Lordaeron, la dama oscura sigue su cruzada sexual yendo a la base de Detheroc, que ha esclavizado a los humanos de Garithos para tener sexo sin condón. Sylvanas y Tichondrius nº 2 atacan las bases enemigas mientras duermen (si, porque los muertos también duermen, lógica total) y Detheroc termina siendo montado por Sylvanas sin su consentimiento. Garithos es liberado del control sexual y es convencido por la ex elfa de ayudarla en su búsqueda de sexo desenfrenado y a cambio le devolverá sus tierras. Garithos acepta, pero establece que no se acercará ni un pelo a la promiscua. Los 3 capos se dirigen al siguiente objetivo: la capital dominada por Balnazzar y sus demonios. Sylvanas se moja al ver una puerta demoníaca abierta, pensando en las cochinadas que les hará a los demonios que pasen. Garithos se retira a su base al no bancarse a la mina y tras rescatar a los enanos con complejo de Ryoga y destruir a los refuerzos de Balnazzar, la ciudadela es asediada por los dos flancos. Balnazzar se niega rotundamente a ser violado por Sylvanas, por lo que esta le ordena a su mascota Varimathas arrancarle el pescuezo. Este lo hace y Garithos demanda sus tierras, pero la dama oscura le dice que sin sexo, no hay tierras. El Mariscal es asesinado por el Nathrezim y su cuerpo es devorado por necrofagos. Sylvanas se vanagloria con su nuevo titulo de regente de Lordaeron, teniendo todo el sexo que pueda pedir.
Abandonando a la insaciable Sylvanas, volvemos a Northrend con nuestros queridos Caballero de la Muerte y Señor de la Cripta, quienes se encuentran con unos enanos resguardando la entrada a las tierras subterráneas. Los generales del azote no se cortan en aplastar a los enanos (literalmente) y a su líder Baelgun (Muradin nº2) y adentrarse en las profundidades, donde reclutan a varios demonios y se topan con los horrorosos sinrostros y al abominable Olvidado (el primer encuentro que tenemos con seres relacionados a los Old Gods) que son despachados por los siervos de la muerte. En un momento dado, Arthas se separa del grupo y atraviesa todo tipo de desafíos, quemándose el culo en el proceso, para reunirse con sus guardaespaldas y retornar a la superficie. Al ver el sol, el ejército del Rey Lich esta listo para seguir las ordenes del hijo pródigo, pero este recibe otro mensaje del jefe, que le explica que Illidan hizo que su capa de hielo se quebrara y que su poder se redujo debido a eso. Ahora, con sus poderes restaurados, Arthas se dispone a dirigir a su tropa contra las fuerzas de Stormrage y salvar a su amo.
Tras establecer una base y despachar a los distintos enemigos del azote, Arthas e Illidan se ven las caras en las puertas del trono de hielo. Los dos luchan ferozmente y el humano queda vencedor, dejando a Illidan con un fuerte dolor de barriga. Al subir por la escalera caracol del trono, Arthas recuerda a las victimas de la Frostmourne, tales como su padre y demás. Al final, llega frente al mismísimo Rey Exánime y, liberando su armadura con su característica espada, une su alma a la de su señor, dando nacimiento al ser mas poderoso de Azeroth, que se toma una siestecita para estar bien despierto cuando destruya la vida del planeta. ¡Yeah!
Para el final, regresamos con quien todo empezó: el jefe Thrall quien, tras la batalla del Monte Hyjal, fundó la ciudad de Orgrimmar, capital de la horda orca y de la nueva nación de Durotar (los dos nombres homenajeando a sus figuras paternas). A las afueras de la misma, un señor de las bestias aventurero llamado Rexxar esta hablando con un oso acerca de cómo ninguna otra raza coje como él. Cómo, en comparación, él la tiene mas grande que cualquier otra especie en todo Azeroth. El momento de autofelación es detenido al escuchar una batalla cercana. Resulta que el explorador orco n° 534, alias Mogrin, esta siendo violado cruelmente por jabalíes espinados. Rexxar y su osa Misha deciden unirse a la orgía. Sin embargo, el orco es penetrado de una forma que termina, segun las palabras del propio Rexxar, con el estomago abierto de lado a lado. Los razormane se quedan sin leche y escapan, dejando al moribundo orco con el culo como un bostezo y al señor de las bestias tieso en todo sentido. Mogrin le explica al héroe que su deber era entregarle un mensaje a su jefazo pero al haber tenido sexo antes del matrimonio ha perdido su honor. Rexxar, con lagrimas en los ojos, le promete que su mensaje será entregado. Mogrin muere poco después y es enterrado por Rexxar, el cual avanza hasta la ciudad orca para entregar el mensaje.
Tras encontrase con Thrall, patrón de los orcos, la carta es entregada. Al ver que la carta dice "¿has comprao leche xd?" el vidente se da cuenta de que el mensaje pertenece al colega Mogrin. Al preguntar donde esta, el viajero le explica que mas allá de todo, murió feliz. Rexxar se presenta como un miembro de los Mok'Nathal, raza híbrida de ogros y orcos oriundos de Draenor. Thrall comprende ahora por qué lo que cuelga del taparrabos del guerrero es tan vasto y rápidamente le da la bienvenida y le ofrece estadía. Sin embargo, Rexxar es muy exquisito y le dice que antes debe saber si las vergas orcas son dignas de su atención. El jefe orco lo manda con los más sementales de la ciudad, ademas de prestarle a un troll, raza famosa por la majestuosidad de sus órganos masculinos. Este, encima, es un Cazador de Sombras, así que mantiene una vida sexual de perlas.
Rexxar y el troll, llamado Rokhan, se lanzan a realizar los recados de la gente de Orgrimmar entre los cuales destacan Nazgrel (capitan de seguridad quien estuvo acosando a una harpía la cual le mando una orden de restricción, enfureciendo al orco), Gazlowe (goblin ingeniero jefe quien, en su intento de buscar agua potable para la ciudad, ha llamado la atención de unas ratas asquerosas llamadas kobolds) y Drek'Thar (veterano de la Horda y colega personal de Thrall, que necesita cierta hierba especifica para una poción anticonceptiva, pedida por el voto popular). Ademas, afuera de la ciudad también hay gente que necesita ayuda, como Morg Wolfsong (chaman orco que fue violado vilmente por brujos blackrock, que anda a saber como se colaron en el éxodo) y Chen Stormstout (alquimista pandaren que busca crear la poción de viagra definitiva), quien se une a Rexxar al ayudarlo en su investigación. Al completar los recados de la gente y ver que sus miembros viriles son aceptables, Rexxar acepta la hospitalidad de Thrall quien no se hace esperar en ponerlo a trabajar y lo manda al puesto de vigilancia orca a vigilar a unos humanos que parecen haberse tomado unas vacaciones en la playa sin el consentimiento de los verdes dueños de las tierras.
Tras ir con Drek'Thar y averiguar que la intrusión humana tiene más motivos que los vacacionales, el trie calavera se dirige al puesto donde les informan que para alcanzar el observatorio y acosar a los humanos, deben primero atravesar un bosque habitado en su totalidad por jabalíes espinados y sus mascotas caninas. Los tres no tienen problemas en acabar con todos y cada uno de los habitantes del bosque, incluidos los sátiros fisgones. Al atravesar el lugar y llegar al observatorio nuestros héroes se enteran de que los humanos no están aquí para disfrutar en la playa, ¡sino para derramar sangre orca! Los muiaios utilizan el libro de Drek'Thar para volver rápidamente con Thrall y le informan la situación. Este los envía de nuevo junto a Nazgrel, pero no llegan a tiempo para detener la masacre de los ocupantes del puesto, incluidos el orco Gar'Thok.
Los héroes reclutan mercenarios y atacan a los humanos reduciendo su campamento a cenizas. Al regresar con el patrón, Rokhan dice su primera palabra desde su presentación argumentando que si los humanos están atacando orcos, su gente tampoco estará a salvo. Rápidamente, nos dirigimos a las Islas del Eco, hogar de los trolls quienes han tenido que pausar sus orgías por los ataques navales de los agresivos humanos. Luego de pasar a través de unos asquerosos Mur'Guls y del imponente Señor de la Muerte (reclamando su corona como trofeo), los 3 chiflados llegan al centro de la isla, al telo del líder Vol'Jin, quien rápidamente les hace tomar Red Bull para que destruyan los barcos humanos. Ademas, les presta unos cuantos jinetes de murciegalos para quitarse de en medio a los voladores. Al terminar y volver a su forma terrenal, el siguiente encargo es avisar a los trolls de que las islas deben ser abandonadas de inmediato, así que los compis se dirigen a encender las hogueras de aviso custodiadas por gigantes marinos que son despachados con esfuerzo.
Con los trolls advertidos y listos para partir a la seguridad de los orcos, los 3 mosqueteros regresan con el patrón quien, en la ausencia de estos, ha recibido una misteriosa invitación por parte de los humanos quienes lo citan a un lugar especifico. Rexxar desconfía de los que tienen micro pene, así que se decide a ir a la reunión en lugar de Thrall con toda su banda. Al llegar, las sospechas del señor de las bestias se confirman ya que los princesos le tienden una emboscada que obviamente fracasa. Los huevos verdes de Thrall estan hinchados, así que le escribe una carta de odio a Jaina escrita con semen para que Rexxar se la entregue y deje de joder.
Rexxar, Rokhan y Chen parten hacia el nuevo hogar de los Darkspear, donde exterminarán a los centauros y a su lider Khan Gragtor, enfrentarán a los espectros de las ruinas, destruirán a los wendigos de las cuevas, aplastarán a Lord Talendar y a sus guerreros y participarán en la arena de Terrallende como gladiadores donde lucharán hasta la muerte contra el Destructor Zardikar y sus guardaespaldas, aparte de acabar con las amenazas del lugar tales como los kobolds jodones, los espías humanos y el intimidante Eldritch, primo del señor de la muerte asesinado en las islas del Eco. Una vez en estado OP (nivel 15 o mas), irán a las orillas de Theramore donde se encuentra un imponente asentamiento humano, pero contarán con la ayuda del sigiloso Samuro quien creará una distracción importante para desgracia de los humanos y, en su rato libre, tomará venganza contra la criatura conocida como Bloodbeak y sus primos hermanos. Una vez en Theramore, Pardo, Panda y Polar le exigen respuestas a la hechicera Jaina a quien le gusta llorar en el océano porque es el único lugar donde sus lagrimas se ven pequeñas. Jaina se extraña de lo que los monstruos le dicen y demanda que le muestren pruebas. Sin embargo, los humanos son incapaces de ofrecerles respuestas, principalmente porque han sido masacrados por los feroces nagas liderados por Lady Darkscale. Samuro dice nenei a la idea de enfrentarlos por lo que los héroes junto a Jaina deben buscar algún superviviente humano para no quedar como boludos. Luego de abrirse paso por ingentes cantidades de serpientes, los 4 fantásticos llegan hasta la señorita Darkscale quien cae al final. Un moribundo soldado se alegra de ver a Jaina y manifiesta que el almirante estará de perlas. Jaina, cagada de miedo desde que entró a la guarida naga, vacía la cena de la noche anterior y teletransporta a sus colegas rápidamente a la isla.
Rexxar no entiende un carajo y mucho menos sus compis, pero no hay tiempo para explicaciones ya que una potente armada arriba a la isla. La figura responsable de los ataques a la Horda se aparece en forma del Gran Almirante Daelin Proudmoore, papasito de Jaina, quien no se hace esperar y ordena la ejecución de los amigotes de su hija (ya que no permitirá que malas influencias estén en la vida de su pequeñuela). Mok'Nathal, troll y pandaren se abren paso por la ciudad que esta muy vigilada por el ejército de Kul'Tiras. Sin embargo, ninguno de ellos es rival para los campeones de la Horda. Luego de llenar las calles de la ciudad con cuerpos y decorar los ríos de sangre y tripas, los 3 logran robar un barco, derribar las puertas y escapar del peligro de Theramore. Sin esperar bastante, Vol'Jin los manda a buscar gente para la orgía de sangre que se avecina.
Los primeros invitados son los taurens, cuyo jefe esta en plan depresivo porque su hijo se ha robado sus condones para ir a cojer con centauras. Tras violar vilmente a las harpías (para que dejen de tener relaciones necrofilas con los kodos), los caballeros alejan al chiquillo Bane de las malas influencias junto con Bovan Windtotem y se lo devuelven al viejo Cairne, quien en agradecimiento se une a la party. Al regresar con Vol'Jin descubren que este ha violado a un ogro herido que dice que ha escapado del clan Stonemaul debido a la tiranía del brutal Kor'Gall. El jefe troll piensa que los enormes y forzudos ogros serían perfectos para la fiesta sesuar, así que manda a los 4 al pantano Dustallow para desafiar a Kor'Gall y unir a los ogros a la causa. Tras atravesar cientos de murlocs y escorpiones, los Primis llegan a la aldea ogra. El capo de estos pone a prueba a los señoritos mandándolos a luchar y morir al guantelete, valle repleto de criaturas cada una más fuerte que la anterior. Al limpiar el lugar, Rexxar exige que los ogros participen en la orgia, pero Kor'Gall, fuerte homófobo, les dice que mientras él este al mando, ningún macho tocará un pene ajeno. El capo de bestias reta y derrota al grandote en un duelo quedando como el líder del clan. Ogros reclutados, la fiesta esta lista para empezar.
Los Dukes de Hazzard se dirigen al encuentro del jefe Thrall, que les da una lista de compras para que la realizen. Primero: cortarle las alas a un dragon y llevarse sus huevos para hacer un omelette riquisimo. Segundo: desmembrar a un osobuho mu grande para que deje de hacerse pajas. Y tercero: castrar a un gigante marino para usar sus testiculos como campana. Matanzas hechas, objetos obtenidos y ejército preparado, la Horda esta lista para la batalla. Con el estandarte del campeón sobre su espalda, Rexxar lidera junto a sus coleguis a orcos, trolls, taurens y ogros hacia la batalla contra la enorme armada del Almirante Proudmoore. La pelea es duradera y cobra bajas de ambos lados, pero al final los rojos salen ganadores forzando al jefe de Kul'Tiras a rajarse a La Rioja. Thrall entiende que mientras el almirantillo respire su mismo aire no va a dejar de tocar los huevos, así que la única solución es lanzar una invasión a gran escala a Theramore, abrirse paso a traves de los soldados, llenar las calles de cadáveres (esta parte es indispensable) y rebanarle la garganta al Sr Produmoore. Pero hay un ligero problema, el almirante es un cagón y ha levantado un bloqueo marítimo en las costas de la isla para que no se cuelen invitados no deseados. Los orcos ven esto y dicen "ta luego Lucas" pero Jaina se presenta con la solucion al problema. En la isla cercana hay un astillero donde los orcos podrán montarse en barcos y hacer la gran Battleship.
Rex, Rok y Che (Guevara) llegan al astillero tras pulverizar a unos humanos y logran armar una armada naval orca (que digo yo, que hacia un astillero de naves orcas a dos pasos de la isla de los humanos) con la cual derriban las naves humanas sin mucho esfuerzo. Con el bloqueo roto, los orcos desembarcan en las orillas de la ciudad y tras establecer sus bases, se lanzan a la batalla al mas puro estilo LOL dando lugar a la misión mas divertida de todo el puto juego después de "Buscando a Illidan". Las batallas se desarrollan en toda la ciudad y no hay un solo rincón que no este manchado de sangre. Los 4 héroes se abren paso hasta el santo trono del Almirante y tras una dura batalla, lo ahogan en un bukkakke bestial. Racista de orcos muerto, la batalla acaba y la Horda abandona la isla dejando la limpieza a cargo de Jaina. Luego de la guerra de turno, la Horda se pone a descansar. Thrall le ofrece a Rexxar un puesto permanente en la Horda, pero este declina al decir que aun debe encontrar a aquel que cuenta con la verga de oro, pero que siempre estará disponible si los orcos la arman gorda. Dicho esto, el señor de las bestias se despide de sus compis junto con este asombroso juego.
Y así acaba la historia de la trilogía Warcraft, dando lugar a WOW. PERO EL JUEGO NO TERMINA. No. Aun queda muchísimo contenido en el juego, como las partidas personalizadas, los custom maps y el World Editor, así que este jueguito aun tiene muchas horas de tu vida por sacarte. Y completada esta nota doble (que me ha costado mas tiempo que la otra y los textos se alargan bastante pero me vale) doy por terminada la sesión de hoy. ¡CHAO! (pegate unas partidas en mi honor, ¿si?)
;)
Pasamos a la prota de esta campaña (o la mayor parte de la misma), Maiev Shadowsong, encargada de vigilar la celda de Illidan, que se fue de joda el día que Tyrande se paseó por ahí y ahora tiene que recoger el trapo sucio. Ella y sus guerreras personales siguen el rastro de destrucción de Stormrage, ademas del trabajo de la Legion que dejo a las criaturas del lugar enloquecidas. Las celadoras se abren camino por estas bestias, sátiros comprados y las serpientes llamadas Nagas, que sienten un especial desprecio por los elfos de la noshe. Maiev alcanza a Illidan justo para que este raje en un barco y tras acabar con los sirvientes de por ahí y afanar las naves restantes, sigue a su presa a unas islas emergidas recientemente.
Al establecer una base, ayudar a un brujo orco con sus pesadillas y formar un club de lectura, Maiev y sus guerreras llegan hasta Illidan que se adentra en las profundidades de la tumba del capo de capos, Sargeras. La celadora no duda ni un segundo en arrastrar a sus amigas a una cueva húmeda con olor a musgo llena de muertos vivientes, demonios con el peor trabajo del mundo, abominaciones típicas de mazmorras demoníacas y más nagas. Tras juntar los pedazos de una esfera con la que podrá atacar a unidades aéreas, y rescatar a elfos que se colaron en la fiesta, Maiev llega hasta el traidor, que explica que heredó las memorias del brujo orco Gul'Dan tras absorber los poderes de la calavera y que estas lo guiaron a este lugar y mas concretamente a lo que albergaba: un artefacto conocido como el Ojo de Sargeras (ahora lo llamaremos Sargeras el Tuerto). Illidan usa esta cosa para derrumbar la cueva sobre las cabezas de sus enemigas y de sus propios guerreros, pero Maiev logra escapar usando hacks.
Al llegar a su base con los ovarios por el piso y algún que otro hueso pulverizado, los nagas no tardan en decir presente. Maiev cae en la conclusión de que no puede con esto sola, así que decide mandar a una mensajera a casa para pedirle ayuda a papi Furion (que se cambio el nombre por Malfurion, porque él cagó a Archimonde y puede hacer lo que quiera). Tras juntar algunos tesoros, encontrarse al pandaren fisgón, neutralizar a un agente de la Legion enviado a vigilar a Illidan y atravesar decenas de nagas, el mensaje llega a Kalimdor y Malfurion y Tyrande se lanzan al rescate de la buena de Mai.
Esta no puede con su vida. Su base no cuenta con recursos y se cae por si sola, ademas de los continuos ataques del rompebolas de Illidan. Los lideres elfos se abren paso por la isla hasta llegar a Maiev, que se tira de los pelos con Tyrande por darle trabajo en su siglo sabático pero Malfurion las detiene recordandoles que Illidan sigue tocando huevos azules. Tras recoger al resto de la tripulación elfica, entre ellos unos gigantes de piedra con cara de subnormal, los elfos arrasan la base naga pero Illidan vuelve a tomarse el palo, esta vez hasta las ruinas de Lordaeron, obligando a los elfos a seguirlo a esa tierra muerta.
Malfurion se aleja de la party para hacerse una paja (porque aparentemente no le gustan los tríos) y las feminas se encuentran con la raza mas inútil del juego después de ellos mismos: ¡los altos elfos! O lo que queda de ellos después de la destrucción de Quel'Thalas en el juego base. Nos cuentan que se han convertido en las perras de la Alianza (aquellos que dijeron que seguir a una mujer era absurdo y se quedaron en el continente) y que les juntan suministros en las aldeas cercanas. Tyrande decide ayudarlos a llegar a su destino, haciendo que Maiev recalque que tienen mejores cosas que hacer que ayudar a un puñado de afeminados que se inyectan mana en las venas. Cosas como, no se, ¡PERSEGUIR AL PUTO TRAIDOR CON UN PODER INCALCULABLE QUE POSEE UN ARTEFACTO CAPAZ DE DESTRUIR TODA LA VIDA EN LA TIERRA! Pero Tyrande insiste en hacer realidad su sueño frustrado de ser madre y obliga a Maiev a hacer de niñera a los elfos sanguinarios, llamados así por la extinción de su antigua herencia (vaya nombre para honrar a tus hermanos caídos). Tras atravesar decenas de miles de muertos vivientes y reclutar a un gran puñado de mercenarios, los orejas largas llegan a su destino y tras sobrevivir a una emboscada, Tyrande decide quedarse atrás para asegurarse que los demás logren escapar. Sin embargo, su falta de sexo hace que una de sus estrellas derrumbe el puente en el que esta y caiga al riachuelo. Maiev dice que se joda y arrastra a los elfos a su búsqueda de Illidan.
Mientras todo esto pasa, Malfurion, quien estaba tan tranquilo jalandosela en lo profundo del bosque, es descubierto por unos wisps que le recuerdan que debe detener a su hermano que aparentemente quiere partir el planeta en dos. El druida obedece y llega a donde Maiev y las perras de la Alianza, que siguieron el rastro de Illidan hasta las ruinas de la ciudad mágica de Dalaran (ah, que recuerdos). Maiev, con los ovarios mas grandes que el edificio mas enorme de la ciudad, le miente en la cara a Malfurion diciendole que Tyrande esta muertica y que Illidan es de culpar. Como si los naga no fueran suficiente, los elfos también deben resistir los continuos ataques de los muertos tocahuevos. Para solucionar este inconveniente, Maiev y Malfurion liberan a Magroth el paladin encarcelado por los naga y lo unen a su causa. Tras arrasar la base de Illidan con un potente ataque y frustrar su hechizo, Maiev cumple por fin su tan ansiado cometido y atrapa a Illi, solo para descubrir que las intenciones de este eran todo menos malas.
Su objetivo era destruir al rey de la muerte y gobernante del azote, el Rey Lich. Una cosa lleva a la otra y Malfurion se entera de la mentira de Maiev con respecto a su amada, así que la encarcela a ella y libera a su bro para que lo ayude a buscar a la sacerdotisa. Los naga la encuentran mostrandole el culo a los muertos vivientes, así que los hermanos se apuran para rescatarla. Tras neutralizar a unos molestos trolls de bosque, Illidan arrasa a los putrefactos y rescata a Tyrande, reuniendola con su hermano en lugar de secuestrarla y llevarsela a otra dimensión. Al final, este explica que debe huir muy muy lejos, ya que si su jefe lo encuentra le va a dar una paliza que ni Maiev en sus sueños mas húmedos podría. Malfurion deja ir al pibe pero permite que Maiev los siga y, por qué no, le devuelve a los elfos que le robó. Mientras Illidan y Maiev entran a una dimensión inhóspita, Malfurion y Tyrande vuelven a casita a hacer cositas de elfos.
En vez de irnos con Malfurion y Tyrande a Kalimdor para ver cómo es el apareamiento de su especie, nos quedamos en Lordaeron, en compañía de los elfos de la menstruación quienes reciben la bronca del líder de la Alianza de Perdedores, el Gran Mariscal Garithos. No pasan ni 5 minutos para que este caballero con una skin diferente nos muestre lo xenófobo y racista que es, discriminando a los elfos y tildándolos de inútiles.
El jefe de los elfos, el príncipe Kael'Thas Sunstrider, es asignado junto a sus hermanos a reparar unos observatorios que hay por la zona con el fin de vigilar las tierras vecinas en busca de amenazas. A regañadientes, el príncipe acepta y se dirige con su gente, ademas de con algún que otro humano prestado, a estas edificaciones, atravesando todo tipo de criaturas: desde demonios abandonados hasta magos renegados y bandidos pasando por mutantes mágicos de Dalaran. El siguiente paso tras reparar el primer observatorio es atravesar el rio para alcanzar los demás. Sin embargo, los muertos vivientes han destruido el astillero, por lo que nos quedamos sin naves, muchachos. ¡Pongan los créditos!
No obstante y para suerte del principito, los naga (dejados atrás por Illidan tras su partida) ayudan a los elfos otorgandoles barcos totalmente funcionales, con el argumento de que les caen bien. Kael y sus guerreros logran llegar a la isla vecina, donde tras establecer una base, liquidar un bastión de los muertos vivientes y pulverizar a las diversas criaturas de los alrededores (entre ellos, el Jefe Ogro y el campeón gnoll Snarlmane), los elfos finalizan su tarea y reparan los observatorios restantes. Cuando el patrón Garithos llega, no le hace nada de gracia saber que los naga anduvieron mostrando su fea cara por acá, así que reprocha a los orejas largas y les ordena prepararse para su siguiente misión ¿Cuál es? Pues ser la carne da cañón para la ingente cantidad de muertos vivientes mientras nosotros nos subimos a los rascacielos y comemos pochoclo mientras los destripan vivos.
Las bases de Kael son rápidamente despachadas por las oleadas de muertos anterior nombradas y los elfos empiezan a confesar sus pecados. Sin embargo, la salvación llega en forma de unas serpientes desagradables con un olor a pescado tal que es vomitivo. Con el apoyo de estos monstruos, los elfos logran pulverizar a los muertos y a su jefe Dalvengyr, el señor del terror mas patético después de Mal'Ganis. En un momento de calma, Vashj, la lider de los naga, les ofrece a los elfos una oferta para conseguir litros y litros de suculenta magia para saciar su sed. Sin embargo, estos declinan al saber que involucra a demonios. En cuanto los naga se retiran, Garithos llega justo a tiempo para reprochar a sus odiados sirvientes, teniendo la excusa perfecta para encarcelarlos y ejecutarlos a cada uno de ellos. Vashj decide ayudarlos y se infiltra en las mazmorras donde los tienen prisioneros y junto con Kael, libera a los elfos prisioneros, ademas de poner a descansar a los fantasmas de los archimagos asesinados por Arthas hace tiempo.
Tras neutralizar al carcelero Kassan, formar un club de lectura (si, ellos tambien), acabar con la miseria de las criaturas de laboratorio y hacerse un festín con unos golems de carne, Kael y los elfos al fin escapan a la superficie. Sin embargo, el racista número 1 de la Alianza no esta dispuesto a dejar ir a esta "gente", así que manda todo lo que tiene contra ellos. El boleto de salida de los elfos y naga es el portal místico (Uuuuuoooooo) con el que Archimonde entró en Azeroth la primera vez, por lo que también pasa a ser el objetivo de Garithos. Mientras las razitas pasan por el portal, Kael y Vashj deberan frenar las fuerzas humanas llenando el camino con torres de diversas funciones (las cuales solo podremos usar ÚNICA Y EXCLUSIVAMENTE en esta misión) mientras reclaman los tesoros que hay escondidos por los alrededores. G-Man no se hace esperar, lanzando mercenarios y ratas de laboratorio contra el portal, pero ninguna criatura puede atravesar la ráfaga que emanan las torres, por lo que los elfos y nagas logran escapar, no sin antes permitir que un pandaren fisgón se cole por el portal.
Ya en las tierras de Terrallende, antaño Draenor, la tierra natal de los orcos, la nueva alianza empieza a buscar al cagón de Illidan. Tras 3 días de deshidratacion, hambruna y abstinencia sexual (porque los elfos estaran desesperados, pero ni locos se acercan a esas cosas a las que llaman amigos) por fin encuentran a Illidan, que ha sido capturado por la zorra de Maiev y sus vigilantes. Los muiaios no se hacen esperar, lanzando sus fuerzas contra los elfos para reclamar la celda donde esta Stormrage y liberarlo para... ¿qué querían hacer? No me acuerdo. Kael y sus hermanos se ponen al servicio de Illidan y este pone como nuevo objetivo cerrar las puertas demoniacas que un conocido brujo orco abrió hace ya mucho tiempo, para facilitar la conquista de las tierras devastadas propiedad de Magtheridon, primo de Mannorto. Illidan, Kael y Vashj hacen esto, ademas de ayudar a los locales contra los ataques de los agresivos orcos fel.
Tras negar el paso de refuerzos exteriores, Illidan guía a sus lacayos a la fortaleza del señor del foso, la cual es asediada por dos frentes. Los guardias personales de Magtheridon son asesinados, así como gran parte de su ejército, y el mismo es encarcelado junto a la vigilante Maiev (ya se habían olvidado de ella, ¿cierto?) para fines que no discutiremos. Mientras Illidan se hace una paja en una colina y obliga a Kael y a Vashj a verlo, una nube de pedo demoníaco se acerca, mostrandonos al imponente señor de la Legión Kil'Jaeden, primo de Archimonde. El demonio esta listo para meterle un dedo en el culo a Illidan y sacarselo por la boca, pero este le pide una nueva oportunidad para llevar a cabo su misión de destruir el trono de hielo. Kil'Jaeden accede al ver el ejército que ha reunido su sirviente y se retira, dejando a los 3 chiflados con un nuevo encargo: destruir al azote.
Volvamos a Lordaeron, actualmente gobernada por los señores del terror (Detheroc, el gemelo de Mal'Ga; Varimathras, el mellizo de Tichondrius y Balnazzar, el señor de las uvas) que no se enteran de mucho. Cuando están a punto de hacerse una paja grupal (con cagadas en la cara incluidas), la puerta de la ciudad es derrumbada por el golpe de la Frostmourne del gran Arthas, que se olvido la llave en Kalimdor. Tras volver de su parranda en las tierras del oeste, el campeón de Ner'Zhul reclama el trono de sus tierras usando la corona (aparentemente invisible) de su padre. Los demonios le dicen que se siente en sus dedos y baile, pero Arthas les dice que papi Archimonde esta esparcido por todo Ashenvale y que si ellos no quieren correr la misma suerte, que se vayan por patas. El trie calavera obdc y raja, haciendo que las porristas de Arthas (Kel'Thuzad, el pene de hielo y Sylvanas, las tetas podridas) salgan de su escondrijo. Kel'Thuzad quiere hacerle una mamada a su senpai, pero Arthas dice que no esta excitado y que solo la matanza indiscriminada de humanos va a hacer que se le pare la Frostmourne. Sylvanas quiere parte y se une a la cacería humana, que terminará con el último centro de la Orden de la Mano de Plata siendo arrasado por 3 frentes diferentes. Para el escape humano, los mismos bandidos se han unido al ejército de la Alianza En el camino Arthas se encuentra con el hijo feo de Muradin, a quien le mete su propio martillo por el culo, Kel'Thuzad se topa con Magroth, el paladín que ayudó a los elfos contra Illidan, y Sylvanas encuentra a su prima zorra, a quien mata por haberle robado el novio a los 15 años. Luego de destruir un par de aldeas. Arthas tiene un fuerte dolor de cabeza, debido al llamado del jefazo que le dice que vaya con él o todo se va al carajo. Kel'Thuzad le pregunta si aun esta para la orgía y Arthas le responde que si, por lo que tras arrasar las aldeas restantes, matar al último espía Sasquatch y comprarle un espectro de hielo a Timothy, los paladines son violados hasta la muerte (aunque alguno logra escapar).
Los lideres están a punto de iniciar su tan ansiada orgía pero el Rey Lich le baja los humos a Arthas y le ordena que vaya a Northrend a pasar tiempo con él. Arthas, frustrado, cancela la sesión y la deja para otro día y se dirige junto a Kel a la capital para preparar el viaje. Sylvanas se junta con los Nathrezim con la promesa de un bukkakke demoníaco, pero estos le paran el carro y le ofrecen unirse para acabar con Arthas. Sylvanas, al darse cuenta del engaño, los manda a la B, dejando a los demonios sin su apoyo, lo cual no impide que estos embosquen al rey en su capital. Kel'Thuzad escapa cagandose y Arthas es forzado a huir por su cuenta, reclutando a todos los monstruos que aún lo reconozcan como la total autoridad (que sorpresivamente no son tan pocos). Tras atravesar la capital y destrozar a los hijos de Mal'Ganis, Arthas es interceptado por Sylvanas que, enojada por no haber podido cojer ese día, decide aprovechar para matar a Arthas. Este es salvado rápidamente por su fiel Kel, lo que obliga a Sylvanas a escapar. Arthas llega a la costa y se va pa Northrend, dejando el mando del azote a su amante.
Al día siguiente, Sylvanas sigue frustrada sexualmente y su siguiente objetivo son los señores del terror. El primero de ellos es Varimathras, que es violado por los lideres de las bestias salvajes poseídos por Banshees y al servicio de Sylvanas (Mug'Tholl, un boludo que se la pasa en el bosque metiendose cosas por el culo; Blackthorn, un jefe bandido local; Snarlmane Jr que, tras la muerte de su padre a manos de Kael, ha asumido el mando de regente de los gnolls; el Señor del Charco Murloc, padre de los hombres peces locales y Zul'Rogg, regente de los trolls del bosque sobrevivientes). Cuando Tichondrius nº 2 esta a punto de ser penetrado por el viscoso miembro viril del jefe murloc, le dice a Sylvanas que pare y a cambio le ofrece a sus hermanos para que sienta la verga de la Legión. A Sylvanas le gusta esta idea y manda a sus amantes bestias a conseguir condones para la fiesta que se avecina.
Mientras tanto, en Northrend, Arthas desembarca con las bolas congeladas. No pasa mucho antes de que un comité de bienvenida de elfos ataque a nuestro querido rey que, en su infinita sabiduría, no se trajo demonios de la cripta. Por suerte, papi Ner'Zhul previó la pelotudez de su campeón y mando al impotente Anub'Arak a ayudar a su pequeño. Arthas le agradece y a continuación arrasa la base elfa, apoderándose de sus recursos. Enseguida, un viejo conocido se presenta como el jefe de estos elfos. Se trata de Kael, quien se la tiene jurada a Arthas por diversos motivos, ya sea robarle a la novia o llevar a su gente al borde de la extinción (ya saben, cosas que pasan cada día). Arthas y su nueva mascota se apoderan de los tesoros de un grupo de dragones y unen al líder del mismo a su causa. Luego se topan con los colegas de los elfos, los naga, a quienes Arthas les encuentra un asco especial. Luego de exterminar las amenazas (incluidos un grupito de pescadores Tuskarr), llegar a la entrada subterránea de Azjol Nerub (que da directo a Corona de Hielo, el hogar del Rey Lich), neutralizar a sus guardianes y obtener el tesoro del Rey Pinguino (amigo de copas del Rey Exanime) los sirvientes del azote entran al reino olvidado sin saber los horrores que les esperan.
Mientras tanto en Lordaeron, la dama oscura sigue su cruzada sexual yendo a la base de Detheroc, que ha esclavizado a los humanos de Garithos para tener sexo sin condón. Sylvanas y Tichondrius nº 2 atacan las bases enemigas mientras duermen (si, porque los muertos también duermen, lógica total) y Detheroc termina siendo montado por Sylvanas sin su consentimiento. Garithos es liberado del control sexual y es convencido por la ex elfa de ayudarla en su búsqueda de sexo desenfrenado y a cambio le devolverá sus tierras. Garithos acepta, pero establece que no se acercará ni un pelo a la promiscua. Los 3 capos se dirigen al siguiente objetivo: la capital dominada por Balnazzar y sus demonios. Sylvanas se moja al ver una puerta demoníaca abierta, pensando en las cochinadas que les hará a los demonios que pasen. Garithos se retira a su base al no bancarse a la mina y tras rescatar a los enanos con complejo de Ryoga y destruir a los refuerzos de Balnazzar, la ciudadela es asediada por los dos flancos. Balnazzar se niega rotundamente a ser violado por Sylvanas, por lo que esta le ordena a su mascota Varimathas arrancarle el pescuezo. Este lo hace y Garithos demanda sus tierras, pero la dama oscura le dice que sin sexo, no hay tierras. El Mariscal es asesinado por el Nathrezim y su cuerpo es devorado por necrofagos. Sylvanas se vanagloria con su nuevo titulo de regente de Lordaeron, teniendo todo el sexo que pueda pedir.
Abandonando a la insaciable Sylvanas, volvemos a Northrend con nuestros queridos Caballero de la Muerte y Señor de la Cripta, quienes se encuentran con unos enanos resguardando la entrada a las tierras subterráneas. Los generales del azote no se cortan en aplastar a los enanos (literalmente) y a su líder Baelgun (Muradin nº2) y adentrarse en las profundidades, donde reclutan a varios demonios y se topan con los horrorosos sinrostros y al abominable Olvidado (el primer encuentro que tenemos con seres relacionados a los Old Gods) que son despachados por los siervos de la muerte. En un momento dado, Arthas se separa del grupo y atraviesa todo tipo de desafíos, quemándose el culo en el proceso, para reunirse con sus guardaespaldas y retornar a la superficie. Al ver el sol, el ejército del Rey Lich esta listo para seguir las ordenes del hijo pródigo, pero este recibe otro mensaje del jefe, que le explica que Illidan hizo que su capa de hielo se quebrara y que su poder se redujo debido a eso. Ahora, con sus poderes restaurados, Arthas se dispone a dirigir a su tropa contra las fuerzas de Stormrage y salvar a su amo.
Tras establecer una base y despachar a los distintos enemigos del azote, Arthas e Illidan se ven las caras en las puertas del trono de hielo. Los dos luchan ferozmente y el humano queda vencedor, dejando a Illidan con un fuerte dolor de barriga. Al subir por la escalera caracol del trono, Arthas recuerda a las victimas de la Frostmourne, tales como su padre y demás. Al final, llega frente al mismísimo Rey Exánime y, liberando su armadura con su característica espada, une su alma a la de su señor, dando nacimiento al ser mas poderoso de Azeroth, que se toma una siestecita para estar bien despierto cuando destruya la vida del planeta. ¡Yeah!
Para el final, regresamos con quien todo empezó: el jefe Thrall quien, tras la batalla del Monte Hyjal, fundó la ciudad de Orgrimmar, capital de la horda orca y de la nueva nación de Durotar (los dos nombres homenajeando a sus figuras paternas). A las afueras de la misma, un señor de las bestias aventurero llamado Rexxar esta hablando con un oso acerca de cómo ninguna otra raza coje como él. Cómo, en comparación, él la tiene mas grande que cualquier otra especie en todo Azeroth. El momento de autofelación es detenido al escuchar una batalla cercana. Resulta que el explorador orco n° 534, alias Mogrin, esta siendo violado cruelmente por jabalíes espinados. Rexxar y su osa Misha deciden unirse a la orgía. Sin embargo, el orco es penetrado de una forma que termina, segun las palabras del propio Rexxar, con el estomago abierto de lado a lado. Los razormane se quedan sin leche y escapan, dejando al moribundo orco con el culo como un bostezo y al señor de las bestias tieso en todo sentido. Mogrin le explica al héroe que su deber era entregarle un mensaje a su jefazo pero al haber tenido sexo antes del matrimonio ha perdido su honor. Rexxar, con lagrimas en los ojos, le promete que su mensaje será entregado. Mogrin muere poco después y es enterrado por Rexxar, el cual avanza hasta la ciudad orca para entregar el mensaje.
Tras encontrase con Thrall, patrón de los orcos, la carta es entregada. Al ver que la carta dice "¿has comprao leche xd?" el vidente se da cuenta de que el mensaje pertenece al colega Mogrin. Al preguntar donde esta, el viajero le explica que mas allá de todo, murió feliz. Rexxar se presenta como un miembro de los Mok'Nathal, raza híbrida de ogros y orcos oriundos de Draenor. Thrall comprende ahora por qué lo que cuelga del taparrabos del guerrero es tan vasto y rápidamente le da la bienvenida y le ofrece estadía. Sin embargo, Rexxar es muy exquisito y le dice que antes debe saber si las vergas orcas son dignas de su atención. El jefe orco lo manda con los más sementales de la ciudad, ademas de prestarle a un troll, raza famosa por la majestuosidad de sus órganos masculinos. Este, encima, es un Cazador de Sombras, así que mantiene una vida sexual de perlas.
Rexxar y el troll, llamado Rokhan, se lanzan a realizar los recados de la gente de Orgrimmar entre los cuales destacan Nazgrel (capitan de seguridad quien estuvo acosando a una harpía la cual le mando una orden de restricción, enfureciendo al orco), Gazlowe (goblin ingeniero jefe quien, en su intento de buscar agua potable para la ciudad, ha llamado la atención de unas ratas asquerosas llamadas kobolds) y Drek'Thar (veterano de la Horda y colega personal de Thrall, que necesita cierta hierba especifica para una poción anticonceptiva, pedida por el voto popular). Ademas, afuera de la ciudad también hay gente que necesita ayuda, como Morg Wolfsong (chaman orco que fue violado vilmente por brujos blackrock, que anda a saber como se colaron en el éxodo) y Chen Stormstout (alquimista pandaren que busca crear la poción de viagra definitiva), quien se une a Rexxar al ayudarlo en su investigación. Al completar los recados de la gente y ver que sus miembros viriles son aceptables, Rexxar acepta la hospitalidad de Thrall quien no se hace esperar en ponerlo a trabajar y lo manda al puesto de vigilancia orca a vigilar a unos humanos que parecen haberse tomado unas vacaciones en la playa sin el consentimiento de los verdes dueños de las tierras.
Tras ir con Drek'Thar y averiguar que la intrusión humana tiene más motivos que los vacacionales, el trie calavera se dirige al puesto donde les informan que para alcanzar el observatorio y acosar a los humanos, deben primero atravesar un bosque habitado en su totalidad por jabalíes espinados y sus mascotas caninas. Los tres no tienen problemas en acabar con todos y cada uno de los habitantes del bosque, incluidos los sátiros fisgones. Al atravesar el lugar y llegar al observatorio nuestros héroes se enteran de que los humanos no están aquí para disfrutar en la playa, ¡sino para derramar sangre orca! Los muiaios utilizan el libro de Drek'Thar para volver rápidamente con Thrall y le informan la situación. Este los envía de nuevo junto a Nazgrel, pero no llegan a tiempo para detener la masacre de los ocupantes del puesto, incluidos el orco Gar'Thok.
Los héroes reclutan mercenarios y atacan a los humanos reduciendo su campamento a cenizas. Al regresar con el patrón, Rokhan dice su primera palabra desde su presentación argumentando que si los humanos están atacando orcos, su gente tampoco estará a salvo. Rápidamente, nos dirigimos a las Islas del Eco, hogar de los trolls quienes han tenido que pausar sus orgías por los ataques navales de los agresivos humanos. Luego de pasar a través de unos asquerosos Mur'Guls y del imponente Señor de la Muerte (reclamando su corona como trofeo), los 3 chiflados llegan al centro de la isla, al telo del líder Vol'Jin, quien rápidamente les hace tomar Red Bull para que destruyan los barcos humanos. Ademas, les presta unos cuantos jinetes de murciegalos para quitarse de en medio a los voladores. Al terminar y volver a su forma terrenal, el siguiente encargo es avisar a los trolls de que las islas deben ser abandonadas de inmediato, así que los compis se dirigen a encender las hogueras de aviso custodiadas por gigantes marinos que son despachados con esfuerzo.
Con los trolls advertidos y listos para partir a la seguridad de los orcos, los 3 mosqueteros regresan con el patrón quien, en la ausencia de estos, ha recibido una misteriosa invitación por parte de los humanos quienes lo citan a un lugar especifico. Rexxar desconfía de los que tienen micro pene, así que se decide a ir a la reunión en lugar de Thrall con toda su banda. Al llegar, las sospechas del señor de las bestias se confirman ya que los princesos le tienden una emboscada que obviamente fracasa. Los huevos verdes de Thrall estan hinchados, así que le escribe una carta de odio a Jaina escrita con semen para que Rexxar se la entregue y deje de joder.
Rexxar, Rokhan y Chen parten hacia el nuevo hogar de los Darkspear, donde exterminarán a los centauros y a su lider Khan Gragtor, enfrentarán a los espectros de las ruinas, destruirán a los wendigos de las cuevas, aplastarán a Lord Talendar y a sus guerreros y participarán en la arena de Terrallende como gladiadores donde lucharán hasta la muerte contra el Destructor Zardikar y sus guardaespaldas, aparte de acabar con las amenazas del lugar tales como los kobolds jodones, los espías humanos y el intimidante Eldritch, primo del señor de la muerte asesinado en las islas del Eco. Una vez en estado OP (nivel 15 o mas), irán a las orillas de Theramore donde se encuentra un imponente asentamiento humano, pero contarán con la ayuda del sigiloso Samuro quien creará una distracción importante para desgracia de los humanos y, en su rato libre, tomará venganza contra la criatura conocida como Bloodbeak y sus primos hermanos. Una vez en Theramore, Pardo, Panda y Polar le exigen respuestas a la hechicera Jaina a quien le gusta llorar en el océano porque es el único lugar donde sus lagrimas se ven pequeñas. Jaina se extraña de lo que los monstruos le dicen y demanda que le muestren pruebas. Sin embargo, los humanos son incapaces de ofrecerles respuestas, principalmente porque han sido masacrados por los feroces nagas liderados por Lady Darkscale. Samuro dice nenei a la idea de enfrentarlos por lo que los héroes junto a Jaina deben buscar algún superviviente humano para no quedar como boludos. Luego de abrirse paso por ingentes cantidades de serpientes, los 4 fantásticos llegan hasta la señorita Darkscale quien cae al final. Un moribundo soldado se alegra de ver a Jaina y manifiesta que el almirante estará de perlas. Jaina, cagada de miedo desde que entró a la guarida naga, vacía la cena de la noche anterior y teletransporta a sus colegas rápidamente a la isla.
Rexxar no entiende un carajo y mucho menos sus compis, pero no hay tiempo para explicaciones ya que una potente armada arriba a la isla. La figura responsable de los ataques a la Horda se aparece en forma del Gran Almirante Daelin Proudmoore, papasito de Jaina, quien no se hace esperar y ordena la ejecución de los amigotes de su hija (ya que no permitirá que malas influencias estén en la vida de su pequeñuela). Mok'Nathal, troll y pandaren se abren paso por la ciudad que esta muy vigilada por el ejército de Kul'Tiras. Sin embargo, ninguno de ellos es rival para los campeones de la Horda. Luego de llenar las calles de la ciudad con cuerpos y decorar los ríos de sangre y tripas, los 3 logran robar un barco, derribar las puertas y escapar del peligro de Theramore. Sin esperar bastante, Vol'Jin los manda a buscar gente para la orgía de sangre que se avecina.
Los primeros invitados son los taurens, cuyo jefe esta en plan depresivo porque su hijo se ha robado sus condones para ir a cojer con centauras. Tras violar vilmente a las harpías (para que dejen de tener relaciones necrofilas con los kodos), los caballeros alejan al chiquillo Bane de las malas influencias junto con Bovan Windtotem y se lo devuelven al viejo Cairne, quien en agradecimiento se une a la party. Al regresar con Vol'Jin descubren que este ha violado a un ogro herido que dice que ha escapado del clan Stonemaul debido a la tiranía del brutal Kor'Gall. El jefe troll piensa que los enormes y forzudos ogros serían perfectos para la fiesta sesuar, así que manda a los 4 al pantano Dustallow para desafiar a Kor'Gall y unir a los ogros a la causa. Tras atravesar cientos de murlocs y escorpiones, los Primis llegan a la aldea ogra. El capo de estos pone a prueba a los señoritos mandándolos a luchar y morir al guantelete, valle repleto de criaturas cada una más fuerte que la anterior. Al limpiar el lugar, Rexxar exige que los ogros participen en la orgia, pero Kor'Gall, fuerte homófobo, les dice que mientras él este al mando, ningún macho tocará un pene ajeno. El capo de bestias reta y derrota al grandote en un duelo quedando como el líder del clan. Ogros reclutados, la fiesta esta lista para empezar.
Los Dukes de Hazzard se dirigen al encuentro del jefe Thrall, que les da una lista de compras para que la realizen. Primero: cortarle las alas a un dragon y llevarse sus huevos para hacer un omelette riquisimo. Segundo: desmembrar a un osobuho mu grande para que deje de hacerse pajas. Y tercero: castrar a un gigante marino para usar sus testiculos como campana. Matanzas hechas, objetos obtenidos y ejército preparado, la Horda esta lista para la batalla. Con el estandarte del campeón sobre su espalda, Rexxar lidera junto a sus coleguis a orcos, trolls, taurens y ogros hacia la batalla contra la enorme armada del Almirante Proudmoore. La pelea es duradera y cobra bajas de ambos lados, pero al final los rojos salen ganadores forzando al jefe de Kul'Tiras a rajarse a La Rioja. Thrall entiende que mientras el almirantillo respire su mismo aire no va a dejar de tocar los huevos, así que la única solución es lanzar una invasión a gran escala a Theramore, abrirse paso a traves de los soldados, llenar las calles de cadáveres (esta parte es indispensable) y rebanarle la garganta al Sr Produmoore. Pero hay un ligero problema, el almirante es un cagón y ha levantado un bloqueo marítimo en las costas de la isla para que no se cuelen invitados no deseados. Los orcos ven esto y dicen "ta luego Lucas" pero Jaina se presenta con la solucion al problema. En la isla cercana hay un astillero donde los orcos podrán montarse en barcos y hacer la gran Battleship.
Rex, Rok y Che (Guevara) llegan al astillero tras pulverizar a unos humanos y logran armar una armada naval orca (que digo yo, que hacia un astillero de naves orcas a dos pasos de la isla de los humanos) con la cual derriban las naves humanas sin mucho esfuerzo. Con el bloqueo roto, los orcos desembarcan en las orillas de la ciudad y tras establecer sus bases, se lanzan a la batalla al mas puro estilo LOL dando lugar a la misión mas divertida de todo el puto juego después de "Buscando a Illidan". Las batallas se desarrollan en toda la ciudad y no hay un solo rincón que no este manchado de sangre. Los 4 héroes se abren paso hasta el santo trono del Almirante y tras una dura batalla, lo ahogan en un bukkakke bestial. Racista de orcos muerto, la batalla acaba y la Horda abandona la isla dejando la limpieza a cargo de Jaina. Luego de la guerra de turno, la Horda se pone a descansar. Thrall le ofrece a Rexxar un puesto permanente en la Horda, pero este declina al decir que aun debe encontrar a aquel que cuenta con la verga de oro, pero que siempre estará disponible si los orcos la arman gorda. Dicho esto, el señor de las bestias se despide de sus compis junto con este asombroso juego.
Y así acaba la historia de la trilogía Warcraft, dando lugar a WOW. PERO EL JUEGO NO TERMINA. No. Aun queda muchísimo contenido en el juego, como las partidas personalizadas, los custom maps y el World Editor, así que este jueguito aun tiene muchas horas de tu vida por sacarte. Y completada esta nota doble (que me ha costado mas tiempo que la otra y los textos se alargan bastante pero me vale) doy por terminada la sesión de hoy. ¡CHAO! (pegate unas partidas en mi honor, ¿si?)
;)
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