Un Mundo No Tan Oscuro 1.10

Capitulo 10: La Reunión

El parque del barrio de Austin, por decir lo menos, era un vertedero de vendedores de sustancias ilegales y de dudosa procedencia. Los consumidores de dichas sustancias poblaban el lugar al comienzo de cada mes, cuando el producto salía del horno. ¿Reuerdas que dije "era"? Pues eso se debe a la disminución general del negocio debidó a la áctiva lucha contra el narcotráfico que ha mantenido las carceles y granjas llenas. Es el último lugar en donde alguien esperaría ver a 4 jovenes charlando sobre conspiraciones y teorías locas. Perfecto para los propósitos de Austin.
Este fue el primero en asentarse en el punto de encuentro, en la fuente frente a la estatua del teniente Sluggro, primer bombero vampiro quien salvó a decenas de humanos hace 15 años a lo largo de su carrera, ganandose el respeto y cariño de todos + el título de héroe. Austin miró fijamente la estatua. El chupasangre había pasado al otro mundo hace 8 años debido a un ataque mafioso tras denunciar a sus superiores de participar de actividades delictivas, tales como evidencia y testigos desaparecidos o casos y sospechosos ignorados. Es curioso como los heroes reales mueren sin plantar cara. Aún cuando podría haber acabado con sus verdugos, Sluggro decidió no hacerlo ya que había dedicado su vida a salvar vidas, no a terminarlas. Le dejó ese trabajo a los granjeros, quienes cobraron bien ese tiempo, ya que la lista de condenados era mas larga que la fila de proteínas anti rábicas. En fin. Mientras Austin se perdía en sus pensamientos y, acto seguido, se volteaba, procedío a encontrarse con uno de sus contactos tan esperado.
-¿Eres Austin? -dijo Roke con una voz grave.
-Efectivamente -dijo el humano tendiendole la mano a modo de saludo. -Roke, ¿verdad?
-Si -respondió el licano estrechandole la mano. Tenía la fuerza caracteristica de los licanos de todas las edades. Fuerza que poseen aún en su forma humana.
Ambos se sentaron frente a la fuente y Austin tomó la palabra:
-¿Crees que los otros vendran?
-¿Cómo voy a saberlo? -dijo Roke sin mirarlo.
-Supongo que si tu pudiste venir -dijo Austin mirando alrededor por si los veía- los demás tambien.
Roke miró hacia abajo.
-Supongo yo. -dijo Austin tras una pausa.
Ambos se quedaron en silencio un momento. El chico buscaba las palabras adecuadas para no incomodar a su invitado. Lo último que quería era que se fuera sin compartir sus pensamientos nocturnos. Organizó sus palabras detenidamente y al formar lo que iba a decir, se dispuso a hablar:
-Dicen que los licanos aguantan el alcohol más que ninguna otra raza. ¿Tú y tus amigos solían ir regularmente a lugares como ese?
Austin espero la respuesta cuidadosamente. Roke, sin mirarlo, asintió con la cabeza.
-Ibamos todos los años desde los 15 -empezó a contar el lobo. -Mi hermano contaba historias de lo genial que era. Nos organizamos entre todos para ir ese año. Algunos estaban escépticos, creían que no sería para tanto. Se comieron sus palabras en cuanto entraron. Jeje, bebimos toda la noche. A la mañana siguiente no nos podíamos levantar de la cama. Uno de ellos, Vaast, se coló en una habitacion de hotel y lo echaron a patadas en cuanto desperto.
Roke soltó una carcajada. Austin sonrió.
-Ay, y así seguimos cada año. Aunque el anterior no pudimos pasar por la puerta ya que llegamos despues de que cerrarán. Por eso me perdi tu broma de la espuma. Ay, que mal lo pase. Casi los decapito ahí mismo.
Roke siguió riendo. Austin lo acompaño en esto.
El limpiador matinario, quien también funcionaba como espía de la ley antidrogas, los vió con extrañeza. Pero al ver sus manos vacías, decidió ignorarlos. Los dos chicos dejaron de reírse lentamente y volvieron a su silencio. Roke se rascó el cuello y Austin volvió a mirar alrededor. Se dirigió de nuevo a su acompañante en tono serio:
-Mira, Roke. No se qué fue lo que sucedió, pero se que no fue un accidente. Conozco ese lugar y creo que tú también. Y quiero saber por que sucedió.
Roke levantó la mirada y miró a Austin.
-Yo solo se que un maldito mató a mis amigos. -El hocico de Roke empezaba a formarse, en señal de ira. -Y quiero saber quien fue.
Su transformación se vió interrumpida por la llegada de un vampiro que se acercaba lentamente.
-Keird, supongo -dijo Austin tendiendole la mano de la misma forma que hizo con Roke.
-El murciélago revoltoso -dijo Roke mientras los dos jovenes estrechaban.
-¿Qué haces tu aqui? Creía que estarías vomitando a esta hora con una resaca mortal.
La cola de Roke se asomó a la vista, el método instintivo de los licantropos para intimidar.
-Esta aqui por la misma razón que tú. Quiere respuestas -dijo Austin poniendose entre los dos.
La gente lobo y los vampiros nunca se habían llevado bien. Cuando los pálidos no tenían que preocuparse por los humanos, los lobos eran sus enemigos naturales. Aunque fueron los humanos los que más sangre no-humana derramaron en la Guerra Oscura, los lobos no se quedaron atras respecto a las masacres. Tal vez por eso fue su aceptación la que más tiempo tardó y la que mas costó. Como sea.
Austin logró calmar a sus dos acompañantes e hizo que el recién llegado se sentara al lado opuesto al de Roke. A continuación, se dirigió a él:
-¿Tienes algo que compartir? ¿Algo que quieras agregar mientras esperamos a la bruja?
Keird miró hacia abajo y suspiró.
-No lo se. No he pensado mucho en eso.
-Tampoco es que hayas tenido mucho tiempo para hacerlo. -soltó Roke. Keird meneó la cabeza afirmativamente. Austin tomó la palabra.
-Se que es duro para ustedes haber venido. No imagino lo mal que deben sentirse, y qué sintieron en ese momento. Pero los llamé por una razón. Ya sabemos que no fue un accidente. Todos vimos al tipo de la mascara en las pantallas. Y respecto a eso, tengo una teoría de quien pudo haber estado involucrado, por decir lo menos.
Los 3 chicos voltearon al oír una voz femenina detras de ellos.
-¿Ah, si? -pregunto Dorothy. Ésta camino hasta estar enfrente de los 3 jovenes.
-Debes ser Dorothy -dijo Austin mientras le tendía la mano. Ella lo rechazó.
-¿Quién crees que fue? -dijo Dorothy yendo directo al grano.
Al humano no le molestó la brusquedad de la chica debido a que entendía su situación.
-Pues... no estoy seguro, pero es el primero que se me vino a la mente al pensarlo.
Los 3 no-humanos lo escuchaban atentamente. Austin lo dijo:
-El Padre Blackwood.
Dorothy y Keird abrieron los ojos como si se hubieran dado cuenta de algo evidente.
-Tiene sentido -dijo Dorothy.
-Es un candidato bastante compatible -dijo Keird con voz seria.
Mientras que el vampiro y la prebruja reconocieron el nombre al instante, Roke mantenía una cara de extrañeza.
-¿Quién es ese Blackwood? -preguntó confundido.
Los tres jovenes lo miraron estupefactos. El licano les devolvió la mirada.
-No ves mucho las noticas, ¿verdad? -dijo Keird en tono burlón.

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