Un Mundo No Tan Oscuro 1.12
Capitulo 12: The Children of the Night
Ok, regresamos al tiempo presente para saber a quién van a recurrir nuestros pequeños detectives. Bueno, ya sabemos a quienes, pero veamos como lo haran.
La primera es Dorothy, quién busca la ayuda de su hermana. Antes que nada, explicare bien como es el tema de los cultos y sectas: establecidos como un derecho luego de las incontables protestas y demandas de los brujos en la posguerra, los cultos son grupos de adeptos a la magia que se juntan para socializar entre sí. Ya sea leyendo en grupo, organizandose para perfeccionar hechizos o discutir sobre problemas personales y la forma de solucionarlos entre todos. Las sectas son casi lo mismo, solo que estos presentan mas reglas y mas control de ellas, sumando el hecho de que adoran a deidades o profetas. Ambas cosas utilizan uniformes para sus miembros y aunque no hay ningún problema en practicar sus actividades en público, cuentan con multiples escondites esparcidos por las ciudades donde estan establecidos ya que sus propios miembros disfrutan del anonimato relativo. Obviamente, las prácticas demoníacas tales como sacrificios, contactos e invocaciones estan rotundamente prohibidas y abandonadas por estos grupos. Aunque no se han perdido los rituales de iniciación, los viajes astrales por medio de pociones y el misticismo en general. Te digo todo esto para establecerte, ya que la secta de Los Niños de la Noche (Children of the Night que es como los llamare a partir de ahora) liderada por la hermana mayor de Dorothy, Miriam Dwilbur, es una de esas sectas que goza del anonimato y emplea tácticas misticas.
Como el nombre indica, se consideran hijos de la noche y ven en ella a su objeto de adoración, rindiendole tributo a la deidad nocturna Moonstar y efectuando sus reuniones una vez que el sol desaparece. Dorothy necesita el apoyo de esta gente ya que son los que más miembros tienen en la ciudad, seguida de cerca de los Plantborn y los White Clouds. Al conocerla desde su nacimiento, Dorothy sabía de las actividades de su hermana y conocía la forma de contactarla, ya que los métodos convencionales son inutiles. Luego de la reunión y de mensajear a sus padres diciendoles que había salido a caminar, Dorothy se dirigió a la zanja municipal y se posicionó bajo el tercer puente. Parada frente al símbolo de la secta, una estrella con dos medias lunas cruzadas, la joven pronunció las siguientes palabras:
-Llevame, hermana nocturna, a donde nuestra madre nos escucha y... mira, ¿podemos saltarnos esta parte? No estoy de humor para esto.
Esto último lo dijo con cierto tono molesto.
A Dorothy no le gustaban los cultos y sectas, pareciendole una pérdida de tiempo juntarse con un montón de raritos a adorar algo que no existe. Si fuese por ella, no creería en Dios, pero no puede contradecir a la historia. Cuando se demostró y confirmó hace 15 años que Jesus de Nazaret SÍ que habia existido y SÍ que habia realizado los milagros que se le atribuían (aunque fue crucificado por una razón mucho menos noble), los ateos se vieron forzados a aguantar durante años los reproches y "te lo dije" de los creyentes. En fin.
Dorothy esperaba impaciente con los brazos cruzados frente al símbolo azul que brillaba. Empezó a voltear para irse pero su retirada se vió interrumpida por una sensación de mareo. Sabía lo que estaba por suceder.
-Ay, Miriam. Sabes que no se hacer... contrahechizos...
Dorothy cayó lentamente al suelo. Su impacto fue detenido por lor brazos de 4 personas con ropa azul oscura decorada con estrellas y una mascara que les cubría toda la cara. La misma presentaba una luna predominante en la parte posterior de la cabeza. Estas personas cargaron a Dorothy y procedieron a llevarsela. Dos chicos que pasaban por el segundo puente vieron este acto. Uno de ellos preguntó al otro, señalando a los individuos:
-Oye, ¿qué es eso?
El interrogado miró a los sectarios cargando el cuerpo inconciente de Dorothy.
-Oh, deben ser los tipos esos de la secta de la noche loca o algo asi, llevando a un nuevo miembro. Lo hacen a menudo.
El preguntador asintió.
-Ah. ¿Quieres masa? -dijo convidandole el bocadillo que llevaba en la mano a su acompañante.
-
Dorothy recobró la conciencia perdida por el hechizo. Cuando lo hizo y abrió los ojos, no vió más que oscuridad frente a ella. Al notar que sus manos estaban atadas a la silla en la que se encontraba sentada, sabía que estaba en el escondite de la secta. Una voz se dirigió a ella antes de que pudiese articular palabra.
-¿Cuáles son tus datos clave? -pregunto la fría voz. Dorothy la reconoció.
-¿Joseline, eres tu?
No hubo respuesta, pero Dorothy sabía que su interrogadora titubeaba.
-Contesta la pregunta -dijo nuevamente la voz, con cierto tono nervioso.
Dorothy puso tono serio y giró la cabeza hacia la dirección de donde venía la voz.
-Joseline, sacame esta bolsa de la cabeza. No seas pendeja.
-¡Cumple la demanda! -dijo una estruendosa voz masculina. La joven reconoció esta voz también.
-Buen intento, Flynn. Pero se qué es un conjuro de amplificación.
Dorothy no podía ver, pero supo que el dueño de la voz miro a sus compañeros con vergüenza.
-¿Van a quitarme esta cosa o no? -preguntó Dorothy molesta.
Al esperar unos momentos y no escuchar respuesta alguna, decidió ceder:
-Esta bien: mi nombre es Dorothy. Tengo 18 años de vida. Mi grupo sanguineo es B+. La magia me acompaña desde los 2. ¿Pueden sacarme esta bolsa ya? -esto último lo dijo agresivamente.
Su petición se cumplió. El saco que tapaba su visión le fue retirado y así pudo ver el entorno. Estaba en una habitación sin ventanas posiblemente bajo tierra. No había luz eléctrica. Lo único que iluminaba el lugar era un altar que desprendía un resplandor azul. A los lados del altar estaban los miembros de la secta. Dos parados a la izquierda de Dorothy y dos a la derecha, + 1 persona a cada extremo del altar. Esta estructura estaba a 3 metros de distancia de la joven cuya silla estaba contra la pared. Una voz se manifestó:
-¿Cual es tu razón de estar aqui?
Dorothy tambien reconoció esa voz, pero decidió no decir nada al respecto para no perder mas tiempo.
-Necesito hablar con mi hermana. -dijo mirando a todos los presentes- Ya saben, su jefa...
Todos los sectarios de la sala dijeron al mismo tiempo:
-¡Mad Miriam! ¡Mad Miriam! ¡Mad Miriam! -mientras conjuraban con las manos y miraban al techo.
La luz del altar brillaba cada vez mas. Dorothy entrecerró los ojos.
La luz brilló hasta que lanzó un fuerte flash del cual apareció la matriarca de la secta. Los brujos en la sala se agacharon en su presencia. A lentos pasos, la líder avanzó 3 metros hasta que estuvo justo enfrente de su hermana.
-Han pasado un par de meses, ¿eh? -dijo Dorothy con cierto sarcasmo. Y ciertamente eran más de un par, ya que no habían mediado palabra desde hace 7 meses.
Mad Miriam movió la mano y las cuerdas que apretaban a Dorothy se soltaron. Esta se acarició las muñecas.
Ok, hagamos un alto para hablar de esta señora. El apodo de Mad Miriam se le fue dado a la mayor de las hijas Dwilbur debido a su actitud fuera de lo común, por asá decirlo. Miriam provocaba dolor intenso a quien la perjudicaba y esbozaba una sonrisa al hacerlo. Superaba a su hermana por cuatro años, por lo que se había recibido de bruja profesional hace tiempo. Fue elegida líder de los Children of the Night por su devoción a la causa y su gran nivel de liderazgo. Ok, cerremos el alto.
Dorothy habló mientras se levantaba.
-Podría haberlo hecho yo misma.
-Pero no lo hiciste. Porque respetas mi autoridad, cómo siempre has hecho. -dijo Miriam con una voz suave pero tétrica.
La líder hablaba con la verdad. Desde sus lejanos 4 años, Dorothy se había visto obligada a cumplir los pedidos de su hermana mayor. Como todo hermano menor, ya sabes. Si no has tenido quemaduras indias o saltado sin querer cuando tu hermano se tira al colchón, no has vivido la buena vida.
La joven no respondió a lo que su hermana dijo.
-Dorothy, -dijo Miriam rodeando a su invitada con sus brazos- quiero darte mis sinceras condolencias. Todos los Hijos de la Noche maldicen el abominable acto del club. Y de todos aquellos que usan la magia para dañar.
Dorothy la miró confusa.
-¿Crees que fue magia? -preguntó Dorothy. Miriam siguió hablando.
-Varios de nuestros hermanos perdieron la vida allí. Nosotros le rezamos a Moonstar que los tenga en sus brazos.
Dorothy siguió interrogandola. O intentando interrogarla.
-Miriam, ¿crees que fue magia? -dijo impacientada. Miriam siguió hablando sin escucharla.
-Sin duda, nuestra madre nocturna mantiene a esas pobres almas en paz, y no podemos estar mas que-
Dorothy se hartó. Mediante un conjuro, intento tumbar la silla detras de ella pero por su inexperiencia en la magia no logró hacer más que menearla un poco. Ella ignoró este hecho y le gritó a la líder:
-¡Deja de ignorarme y responde mi pregunta!
Con un movimiento de su mano derecha, Miriam hizo que el entorno cambiara. El suelo y las paredes desaparecieron, dando lugar al espacio. Miriam se volvió gigante y adquirió un tono oscurecido. Los sectarios agachados bajaron la cabeza hasta el suelo y empezaron a recitar el Canto de la Noche, su himno personal. La voz de Miriam se agravó:
-Vienes a mi casa exigiendo respuestas. Alzas la voz cuando no se te indica y le faltas el respeto a mis hermanos...
Dorothy no se intimidó ni un poco y gritó a viva voz:
-¡Corta el rollo ya! ¡Mi mejor amiga murió ayer! ¡Mi novio murió ayer! ¡Vi más cadaveres que los que hay en un cementerio! ¡Perdoname si no estoy de humor para seguir tus juegos oscuros!
Sin darse cuenta, a medida que se enojaba, Dorothy iba creciendo de tamaño más y más hasta estar a la misma altura que su hermana. Los presentes no pudieron evitar levantar la mirada asombrados de que una mera aspirante a bruja pudiese ejecutar tal magia. Dorothy continuó gritando.
-Ahora, me vas a ayudar diciendome todo lo que sabes y averiguando quien estuvo detras o...
Dorothy se detuvo al darse cuenta de lo alto que estaba. Al instante en el que lo notó, volvió a su estado normal. Miriam, estupefacta, regresó a la habitación a como era de verdad.
-Entiendo tu dolor, hermana. -dijo con su voz normal.- De verdad. Y no necesito magia para hacerlo.
Al ver que Dorothy estaba al borde de las lágrimas, Miriam tomó su cabeza con las manos y la abrazó contra su pecho. Dorothy empezó a sollozar. Los abrazos de su hermana siempre la hacían quebrarse.
-No. -dijo Miriam abandonando su personaje- No creo que haya sido magia, ni brujeria. Pero según las imagenes que captamos, ese extraño gas la inhabilita. Todas las capacidades místicas se disipan y no se puede conjurar ni el mas minimo hechizo. No se lo que sea, pero es grave.
Miriam miró a los ojos a su hermana, quien tenía lágrimas cayendo de sus mejillas.
-Movilizare a mis hermanos. Descubriremos quien fue.
Miriam soltó a Dorothy y ésta se secó la cara con la manga de su camisa. Su hermana volvió a su actitud de líder y caminó hacia el altar mientras decía:
-¿Escucharon, hermanos míos? Tenemos un nuevo encargo. Hijos de la Noche murieron en ese lugar. Inocentes tambien. Y alguien es culpable. Averiguaremos quien o quienes son esos culpables. Y nos aseguraremos de que la noche los castigue con fiereza.
Mad Miriam hizo el gesto de la secta, formando una luna con sus manos sobre su cabeza. Sus seguidores hicieron lo mismo. Dorothy tomó la palabra.
-Tal vez sepa donde pueden empezar. -dijo con voz frágil.
-Habla. -dijo Mad Miriam bajando los brazos.
-El Padre Blackwood.
Los sectarios abrieron los ojos debajo de sus máscaras. A continuación, miraron a su líder, la cual tenía los ojos cerrados.
-La Iglesia de Vida. -dijo la misma cerrando los ojos.
Juntando los brazos e imitada por los demas brujos, realizaron un hechizo que derivó en un resplandor blanco. Dorothy cerró los ojos por el mismo y al abrirlos estaba de vuelta bajo el puente de la zanja. Al mirar a su alrededor y ver el cielo nublado, decidió regresar a su casa. Suspiró de alivio, pues sabía que podía contar con Miriam y sus "hermanos". Blackwood era un objetivo. Y si tenia algun socio, este caería con el.
Dorothy caminó fuera de la zanja y se dirigió a su casa, aún tocada por la escena de antes. Al revisar su teléfono, vio que tenía varias llamadas pérdidas de sus padres. Para despreocuparlos, les marcó. Les agradaría saber que sus dos hijas estaban bien.
-¿Cuáles son tus datos clave? -pregunto la fría voz. Dorothy la reconoció.
-¿Joseline, eres tu?
No hubo respuesta, pero Dorothy sabía que su interrogadora titubeaba.
-Contesta la pregunta -dijo nuevamente la voz, con cierto tono nervioso.
Dorothy puso tono serio y giró la cabeza hacia la dirección de donde venía la voz.
-Joseline, sacame esta bolsa de la cabeza. No seas pendeja.
-¡Cumple la demanda! -dijo una estruendosa voz masculina. La joven reconoció esta voz también.
-Buen intento, Flynn. Pero se qué es un conjuro de amplificación.
Dorothy no podía ver, pero supo que el dueño de la voz miro a sus compañeros con vergüenza.
-¿Van a quitarme esta cosa o no? -preguntó Dorothy molesta.
Al esperar unos momentos y no escuchar respuesta alguna, decidió ceder:
-Esta bien: mi nombre es Dorothy. Tengo 18 años de vida. Mi grupo sanguineo es B+. La magia me acompaña desde los 2. ¿Pueden sacarme esta bolsa ya? -esto último lo dijo agresivamente.
Su petición se cumplió. El saco que tapaba su visión le fue retirado y así pudo ver el entorno. Estaba en una habitación sin ventanas posiblemente bajo tierra. No había luz eléctrica. Lo único que iluminaba el lugar era un altar que desprendía un resplandor azul. A los lados del altar estaban los miembros de la secta. Dos parados a la izquierda de Dorothy y dos a la derecha, + 1 persona a cada extremo del altar. Esta estructura estaba a 3 metros de distancia de la joven cuya silla estaba contra la pared. Una voz se manifestó:
-¿Cual es tu razón de estar aqui?
Dorothy tambien reconoció esa voz, pero decidió no decir nada al respecto para no perder mas tiempo.
-Necesito hablar con mi hermana. -dijo mirando a todos los presentes- Ya saben, su jefa...
Todos los sectarios de la sala dijeron al mismo tiempo:
-¡Mad Miriam! ¡Mad Miriam! ¡Mad Miriam! -mientras conjuraban con las manos y miraban al techo.
La luz del altar brillaba cada vez mas. Dorothy entrecerró los ojos.
La luz brilló hasta que lanzó un fuerte flash del cual apareció la matriarca de la secta. Los brujos en la sala se agacharon en su presencia. A lentos pasos, la líder avanzó 3 metros hasta que estuvo justo enfrente de su hermana.
-Han pasado un par de meses, ¿eh? -dijo Dorothy con cierto sarcasmo. Y ciertamente eran más de un par, ya que no habían mediado palabra desde hace 7 meses.
Mad Miriam movió la mano y las cuerdas que apretaban a Dorothy se soltaron. Esta se acarició las muñecas.
Ok, hagamos un alto para hablar de esta señora. El apodo de Mad Miriam se le fue dado a la mayor de las hijas Dwilbur debido a su actitud fuera de lo común, por asá decirlo. Miriam provocaba dolor intenso a quien la perjudicaba y esbozaba una sonrisa al hacerlo. Superaba a su hermana por cuatro años, por lo que se había recibido de bruja profesional hace tiempo. Fue elegida líder de los Children of the Night por su devoción a la causa y su gran nivel de liderazgo. Ok, cerremos el alto.
Dorothy habló mientras se levantaba.
-Podría haberlo hecho yo misma.
-Pero no lo hiciste. Porque respetas mi autoridad, cómo siempre has hecho. -dijo Miriam con una voz suave pero tétrica.
La líder hablaba con la verdad. Desde sus lejanos 4 años, Dorothy se había visto obligada a cumplir los pedidos de su hermana mayor. Como todo hermano menor, ya sabes. Si no has tenido quemaduras indias o saltado sin querer cuando tu hermano se tira al colchón, no has vivido la buena vida.
La joven no respondió a lo que su hermana dijo.
-Dorothy, -dijo Miriam rodeando a su invitada con sus brazos- quiero darte mis sinceras condolencias. Todos los Hijos de la Noche maldicen el abominable acto del club. Y de todos aquellos que usan la magia para dañar.
Dorothy la miró confusa.
-¿Crees que fue magia? -preguntó Dorothy. Miriam siguió hablando.
-Varios de nuestros hermanos perdieron la vida allí. Nosotros le rezamos a Moonstar que los tenga en sus brazos.
Dorothy siguió interrogandola. O intentando interrogarla.
-Miriam, ¿crees que fue magia? -dijo impacientada. Miriam siguió hablando sin escucharla.
-Sin duda, nuestra madre nocturna mantiene a esas pobres almas en paz, y no podemos estar mas que-
Dorothy se hartó. Mediante un conjuro, intento tumbar la silla detras de ella pero por su inexperiencia en la magia no logró hacer más que menearla un poco. Ella ignoró este hecho y le gritó a la líder:
-¡Deja de ignorarme y responde mi pregunta!
Con un movimiento de su mano derecha, Miriam hizo que el entorno cambiara. El suelo y las paredes desaparecieron, dando lugar al espacio. Miriam se volvió gigante y adquirió un tono oscurecido. Los sectarios agachados bajaron la cabeza hasta el suelo y empezaron a recitar el Canto de la Noche, su himno personal. La voz de Miriam se agravó:
-Vienes a mi casa exigiendo respuestas. Alzas la voz cuando no se te indica y le faltas el respeto a mis hermanos...
Dorothy no se intimidó ni un poco y gritó a viva voz:
-¡Corta el rollo ya! ¡Mi mejor amiga murió ayer! ¡Mi novio murió ayer! ¡Vi más cadaveres que los que hay en un cementerio! ¡Perdoname si no estoy de humor para seguir tus juegos oscuros!
Sin darse cuenta, a medida que se enojaba, Dorothy iba creciendo de tamaño más y más hasta estar a la misma altura que su hermana. Los presentes no pudieron evitar levantar la mirada asombrados de que una mera aspirante a bruja pudiese ejecutar tal magia. Dorothy continuó gritando.
-Ahora, me vas a ayudar diciendome todo lo que sabes y averiguando quien estuvo detras o...
Dorothy se detuvo al darse cuenta de lo alto que estaba. Al instante en el que lo notó, volvió a su estado normal. Miriam, estupefacta, regresó a la habitación a como era de verdad.
-Entiendo tu dolor, hermana. -dijo con su voz normal.- De verdad. Y no necesito magia para hacerlo.
Al ver que Dorothy estaba al borde de las lágrimas, Miriam tomó su cabeza con las manos y la abrazó contra su pecho. Dorothy empezó a sollozar. Los abrazos de su hermana siempre la hacían quebrarse.
-No. -dijo Miriam abandonando su personaje- No creo que haya sido magia, ni brujeria. Pero según las imagenes que captamos, ese extraño gas la inhabilita. Todas las capacidades místicas se disipan y no se puede conjurar ni el mas minimo hechizo. No se lo que sea, pero es grave.
Miriam miró a los ojos a su hermana, quien tenía lágrimas cayendo de sus mejillas.
-Movilizare a mis hermanos. Descubriremos quien fue.
Miriam soltó a Dorothy y ésta se secó la cara con la manga de su camisa. Su hermana volvió a su actitud de líder y caminó hacia el altar mientras decía:
-¿Escucharon, hermanos míos? Tenemos un nuevo encargo. Hijos de la Noche murieron en ese lugar. Inocentes tambien. Y alguien es culpable. Averiguaremos quien o quienes son esos culpables. Y nos aseguraremos de que la noche los castigue con fiereza.
Mad Miriam hizo el gesto de la secta, formando una luna con sus manos sobre su cabeza. Sus seguidores hicieron lo mismo. Dorothy tomó la palabra.
-Tal vez sepa donde pueden empezar. -dijo con voz frágil.
-Habla. -dijo Mad Miriam bajando los brazos.
-El Padre Blackwood.
Los sectarios abrieron los ojos debajo de sus máscaras. A continuación, miraron a su líder, la cual tenía los ojos cerrados.
-La Iglesia de Vida. -dijo la misma cerrando los ojos.
Juntando los brazos e imitada por los demas brujos, realizaron un hechizo que derivó en un resplandor blanco. Dorothy cerró los ojos por el mismo y al abrirlos estaba de vuelta bajo el puente de la zanja. Al mirar a su alrededor y ver el cielo nublado, decidió regresar a su casa. Suspiró de alivio, pues sabía que podía contar con Miriam y sus "hermanos". Blackwood era un objetivo. Y si tenia algun socio, este caería con el.
Dorothy caminó fuera de la zanja y se dirigió a su casa, aún tocada por la escena de antes. Al revisar su teléfono, vio que tenía varias llamadas pérdidas de sus padres. Para despreocuparlos, les marcó. Les agradaría saber que sus dos hijas estaban bien.
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