Un Mundo No Tan Oscuro 1.14

Capitulo 14: Investigaciones Rudy Vangros

Dos chicos vampiros de no más de 8 años de edad corren por un jardín.
-¡Rapido, Keird! -dice la niña con su ánimo encendido de siempre.
-Ya voy, Renata. -dice el niño mas tranquilo.
La primera tira a su acompañante de la mano y cruzan velozmente el lugar. El chico trata de imitar su velocidad. Ella lidera la marcha. Él no tiene mas conocimiento de lo que busca más que el que ella le ha dado. En pocos segundos recorren la entereza del verde lugar y llegan a destino.
-Mira, ahí esta. -le indica la chica a su amigo.
Los dos miran una flor peculiar, azul como el cielo y gorda como cliente recurrente de cadenas de comida rapida pero no lo suficiente como para andar en carrito. La niña se acerca y quita la flor con delicadeza y mucho cuidado de que no se arruge en lo más minimo.
-Acercate, mira. -le dice ella a él. Keird obedece los pedidos. 
-¿Es esto? -le pregunta.
-¿Verdad que es hermosa? -dice Renata con una sonrisa. -Es una especie única de plantas. Mi papá dice que solo crecen 10 al año en todo el mundo.
Ambos jovencitos miran la flor.
-Sin duda es bonita. -dice Keird mirandola por todos los ángulos.
-Hagamos algo -dice ella. -Por cada año que pase tomaremos una flor. Será un símbolo de nuestra amistad. ¿Te parece?
Keird no sabía que contestar. Su amiga parecía ir en serio. Cediendo, dijo:
-¿Símbolo de la amistad? -El joven toma la flor.- Puedo hacerlo.
Ambos sonríen y continúan mirando la preciosa flor azul.
-
El mismo joven, 14 años despues, observa la flor. No es la misma que tomó aquel día, pues esa esta en su jardín con las demas. La que esta mirando es la última flor que había arrancado luego de más de una decada siendo amigo de Renata. Faltaban 2 meses para arrancar la siguiente. Sin embargo, Keird pensaba hacer otra cosa. Irian los dos a otro jardín y él tomaría una flor roja, preciosa, con la cual se confesaría a Renata. Si ella aceptaba sus sentimientos, la flor roja tomaría el lugar de la azul pero representaría el amor de ambos, el cual duraría todo el tiempo que los dos recolectasen la flor. Si no, sería el símbolo de la calabaza, representando el rebote del corazón del pobre diablo cual pelota de ping pong golpeada con una fuerza tal que destroza las puertas de la friend zone y se queda ahí forever and ever.
En fin, me estoy yendo un poco, como me caracteriza. Centremonos en el presente. Keird esta en este momento en el barrio Sutherland, villa vampira, que debe su nombre al general vampiro del mismo nombre cuyas victorias conquistaron el estado de Massachussets. Aqui viven chupasangres de todo tipo. Desde aspirantes a talentos futuros a gente que solo busca mantener su independencia. Su zona residencial se caracteriza por edificios modernos moderadamente grandes y profundos, que pueden albergar tanto a 3 familias pequeñas como a una grande. Pequeños negocios de todo tipo pueblan las veredas. Tecnológicos, restaurantes, revistas, incluso ropa a montones dominan el barrio. Siempre en las calles donde pasan los transportes, estando el ambiente hogareño en las calles interiores. En una de esas vive la familia Vangros. Bueno, lo que queda de ella. El padre había muerto en la guerra y el padrastro en un accidente en las obras, dejando a la madre y sus 3 retoños viviendo solos. Y para colmo, el niño se había convertido en un importante líder criminal, el cual había perecido a manos de un ex compañero suyo a quien había traicionado por su propio beneficio.
Por lo tanto las únicas que quedaban eran las mujeres. Kendra, la madre quien se había jubilado hace años y sobrevivía con una pensión bastante amable; Renata, joven que aspiraba a convertirse en una reportera importante, y aquella a quien Keird pensaba pedir ayuda; Rudy, investigadora privada de cierto renombre. Su oficina estaba en su propia casa, en la habitación de su difunto hermano con quien nunca se llevó bien. Pero esto se debía a motivos mas oscuros y serios que la trifulca entre los hermanos Sitwell, que parecía una ifantilez comparandola con esta.
En cuanto al desempeño de la investigadora, era bueno tirando a excelente. Su inteligencia y capacidad de deducción, cosechadas tras una larga carrera de estudios en las distintas ramas requeridas para el trabajo, eran formidables. No al nivel de Sherlock Holmes (o, mejor dicho, a su contraparte de la vida real Gerry Houston. Brujo legendario que había inspirado a Arthur a crear al personaje y sus travesías), pero tampoco necesitaba tales habilidades para los casos cotidianos que se le presentaban. Que si mi pareja me engaña, que si mi retoño me miente al salir, que si mi ex esta loco y me acosa, casos banales y suficientes que la mujer dominaba y hasta le aburrían. Aunque también habia algún que otro fraude corporativo más complejo que exigía lo totalidad de los conocimientos de la vampira y de los cuales lograba salir aireosa por poco. No nos vamos a pasar contando la historia laboral de Rudy porque da para su propia saga de libros, tanto la pasada como la futura.
Keird había estado en la casa un par de veces y conocía a toda la familia. Había hablado varias veces con la madre y se llevaban de lo mejor. Con el padre del niño y Renata no pudo socializar pues murio cuando él tenía 11. Rudy se mantenía indiferente. Hablaron un par de veces y se conocían el uno al otro pero ella siempre estaba concentrada en sus casos e investigaciones como para interesarse en la vida social de su hermana, a quien pasaba por muchos años (ella con 46 y la menor con 21, aunque obviamente no se notaba). Sin embargo, desde la niñez de Renata se llevaban muy bien. Tenían ese vinculo fraternal y fuerte presente en todas las hermanas. Cuando tenía tiempo al no estar inundada en casos, Rudy disfrutaba salir con su hermanita, así como ella cuando no estudiaba. Por lo tanto estas en lo cierto si crees que sufre por la muerte de su mejor amiga. Aunque llevaba su dolor a su manera. Este consistía en suspender sus servicios por una temporada para centrarse en la despedida de la joven. Con el historial de casos resueltos del cual gozaba, era fundamental su ayuda en encotrar pruebas incriminatorias hacía Blackwood y, tomando en cuenta que es una vampira y ha tenido encontronazos con la Iglesia de Vida como cualquier no humano, no pensaría mucho en acceder, o por lo menos eso esperaba Keird.
El joven llegó al pórtico de la casa, que presentaba unas escaleras y un foco cilíndrico en lo alto. La puerta, a excepción de sus marcos, era de cristal multicolor que desentonaba con la pintura blanca y quebradiza de las paredes y las nubes del cielo que se iban oscureciendo. Al tocar el timbre y esperar, Keird pensó en como reaccionaría la Sra Vangros. En las noticias y entrevistas que se hiceron mas temprano aquel día, se veía angustiada, llena de pena, sin poder controlar las lágrimas. Verlo a él posiblemente le recordaría a su hija y el dolor regresaría. Grata fue la sorpresa del joven cuando la señora abrió la puerta y al reconocerlo lo abrazó.
-Keird... -dijo tiernamente la vampira de aspecto treintañero pero más de 100 años a sus espaldas. El joven devolvió el abrazo.
-Buenas tardes, señora V.
Los vampiros son fríos por naturaleza. Es necesaria una gran tragedia para que derramen lágrimas y la muerte del hijo más menor encaja pefectamente en esa descripción.
La señora invitó al chico a pasar y le ofreció té de sangre que estaba bebiendo con sus amigas vía Skoph (si, es lo que crees) quienes tambien saludaron al chico. Este les devolvió el saludo y fue al grano.
-Disculpe que viniera sin avisar, pero necesito hablar con...
El joven fue interrumpido por el grito de la mujer.
-¡Rudy, te buscan!
No hubo contestación. Sin embargo, no hizo falta.
-Esta en su habitación. No ha salido en todo el día. Además tiene esa herida... Pero se encuentra bien. Puedes hablar con ella si quieres.
Las palabras de la madre fueron suficientes para que Keird le agradeciera y se dirigiese al cuarto. El pasillo era parecido al de la casa de Austin, tal vez menos demacrado y sucio. A los lados estaban las habitaciones de los padres y los hijos así como el sotano. En la puerta de la ex habitación de Elrod, el difunto hijo varón del medio, estaban las letras impresas que rezaban "Investigaciones Rudy Vangros"en negrita. Al fondo del pasillo estaba la puerta hacía el jardín de su niñez, bastante grande, que contaba con una piscina y una mesa de vidrio. Así como la escalera circular a la terraza. Keird se dirigió a la habitación de Rudy, cuya puerta estaba abierta. Las dimensiones de los cuartos eran buenos. Cabían una cama, una tele, un ropero y un ventilador en cada una de ellas. No te sé decir las medidas porque ingeniero no soy, pero si se contratan ciertos servicios magicos podían hacerse más grandes.
La mujer de aspceto veinteañero estaba sentada en su cama de espaldas a la puerta, mirando un amuleto que tenía las fotos de las dos hermanas Vangros.
-Hola, Keird. -dijo Rudy con voz fría y sin voltearse.
El joven se mantenía en la entrada del cuarto, no por miedo (que Rudy lograba infundar cuando se disponía) sino porque quería darle su espacio a la mujer.
-¿A qué se debe tu visita?
Las palabras de la vampira no presentaban emoción alguna. Era como si no estuviera ahí. No se comporta así habitualmente. Su falta de ánimo se deben, ádemas de la muerte de su hermana, a los analgésicos que toma desde su último caso, que le provocó una quemadura bastante grave en el rostro. Cosa rara, ya que los vampiros no cicatrizan heridas, sino que desaparecen casi al instante. Ahondaremos en breve sobre eso. El chico pensó sus palabras.
-Quería hablar contigo.
Cuando escuchó esto, Rudy dejo el amuleto en la mesa al lado de su cama y volteó. Al verla de perfil, Keird no pudo evitar asombrarse.
-¿De qué quieres hablar?
El ojo derecho de Rudy estaba rodeado por piel quemada. La íris no se movía y el globo era rojo. La quemadura rozaba la naríz y chocaba con la mejilla. No se molestaba en taparse con el cabello pues era demasiado grande. Se notaba de sobras que era agua solar de baja calidad, pues el médico le había dicho que su vista volvería. Además solo el agua solar podía causar ese tipo de heridas y que durasen tanto. Uno podría pensar que es una de las razones por las que Rudy suspendio su trabajo, pero la verdad es que ella misma pensaba que le daba cierta personalidad.
Keird no supo como responder a la pregunta hecha por la hermana de su amiga. Así que despues de una pausa, ella tomó la palabra:
-Sabes, una vez tuve un caso particular. Un tipo me pidió investigar la muerte de su padre quien presumiblemente murio de una sobredosis. Él nunca creyó esto pues el padre no era de drogarse. Busqué y rebusqué todos los espacios posibles. Incluso vi un monton de veces la foto del cadaver del tipo. Al final resulta que había sido envenenado por su envidioso compañero de trabajo. A lo que quiero llegar es que sé como reconocer a un vampiro envenenado.
A medida que Rudy relataba este suceso, iba tocandose las partes del cuerpo en las que enfatizaba.
-Las venas, especialmente las del cuello, se les marcan tomando un color verdoso innatural y su piel se empalidece aún mas. Mira.
Rudy le tendió una foto a Keird. Este la miró y era el difunto del que hablaba la mujer.
-Algo me dice que has visto esas marcas antes. Yo si, cuando fui a identificar el cuerpo de...
-Renata.
Toda duda que Keird podría haber tenido sobre un veneno anti no-humanos se disiparon en ese momento. Rudy asintió la palabra de Keird. Este le devolvió la foto y habló:
-Vi a alguien en las pantallas. Tenía una máscara y estaba en un fondo negro.
-¿Tienes idea de quien pudo ser?
Keird organizó las palabras.
-Yo y los otros sobrevivientes pensamos que fue...la Iglesia de Vida.
Rudy se incorporó sin levantarse. Se llevó la mano a su cara, tocando su herida y recorriendola con los dedos. Creo que no hace falta ser un genio para saber quien era el responsable de la misma.
-Blackwood. -dijo con la voz fría caracteristica de los vampiros. A continuación, cerró su puño y su ojo bueno se oscureció totalmente en señal de ira. La mujer se levanto, dirigiendose a fuera de la habitación.
-Ven. -le dijo a Keird a la vez que sacaba una llave de su bolsillo.
Al llegar a la puerta de la oficina la abrió con el chico a sus espaldas. Cuando observó su interior, Keird se vio sorprendido por la cantidad de ficheros y periodicos en las paredes de casos en los que Rudy estaba interesada, mientras que esta entró sin más y se dirigió a su escritorio.
-He estado acumulando información sobre esos malditos desde mi último caso.
La voz de Rudy se escuchaba más enérgica, como libre de los efectos de las medicinas. Era un alivio.
Del cajón sacó una carpeta con la investigación a la que se refería. Era una bastante gorda que parecía más grande estando cerrada.
-Lo más interesante lo descubrí el mes pasado -continuó Rudy-. Revisando con esfuerzo sus cuentas bancarias encontre una irregularidad.
Rudy señaló una hoja de calculo.
-Cantidades cuantiosas de dinero fueron transferidos a una empresa llamada GothCa. ¿Te suena?
Keird negó con la cabeza.
-Porque no existe -siguió la mujer-. No hay absolutamente nada de información sobre una empresa con ese nombre en todo el país.
Rudy cerró la carpeta y volvió a guardarla.
-¿Asi que la "Santa Iglesia de Vida" envía toneladas de dinero a una empresa fantasma y el mes siguiente ocurre esto? No creo que sea coincidencia.
Keird escuchaba con atención todo lo que la detective decía. Su mente procesaba toda la información y trataba de digerirla, pero aun así no perdía su motivo de estar allí. Ambos salieron del cuarto y Keird fue quien habló.
-Sin duda la Iglesia tuvo algo que ver. Los otros sobrevivientes estan buscando información también. Se que es mucho pedir pero... ¿podrías seguir investigando y averiguar lo que puedas?
Rudy pensó un momento y sonrió.
-Puedo hacerlo. Por ella.
La vampira miró al cuarto de su hermana. Caminó hacia el mismo indicando a Keird que la siguiera. Ya en él, ella le dijo:
-Mi hermana, ella...
Rudy hablaba cuidadosamente. Lo que iba a decir afectaría a su receptor de gran manera.
-... estaba enamorada de ti. ¿Lo sabías?
Al escuchar esto, la expresión del chico se tornó de sopresa total. No pudo evitar sentir que algo en su interior pataleaba. Su corazón quería explotar. Sin salir de su asombro, Keird negó ligeramente con la cabeza. Rudy abrió un cajon del mueble al lado de la cama y sacó una cajita.
-Ella solía escribir mucho en su diario. Lo se porque leí un poco muy para su disgusto. Luego de eso se compró esta caja. Me hizo jurar que nunca la abriría y no lo hice.
Rudy se acercó a Keird.
-Creo que, teniendo en cuenta la relación que ustedes tenían, tú deberías tenerla.
La vampira le tendió la caja al chico. Este la tomó y vió su contenido. Estaba el mencionado diario y se podía ver una que otra nota.
-Yo la amaba. -dijo Keird cabizbajo.
-Lo se. -dijo Rudy señalando la flor azul del bolsillo del chico. -Y no necesito ser investigadora para saberlo.
Keird no le dijo nada. se limitó a cerrar la caja y frotarse los ojos.
-Atraparemos a los responsables. Lo juro.

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