Poema: Tom está perdiendo su voz
Tom está perdiendo su voz
Tom está perdiendo su voz.
Esa con la que hablamos vos y yo.
Esa con la que hablamos vos y yo.
Y tiene miedo, con razón.
Pues le gusta hablar sin ton ni son.
Pues le gusta hablar sin ton ni son.
A su amigo Tim, él le habló.
De hacer cosas lo convenció.
Y era felíz con razón.
Pues le divertía la acción.
Tim estaba solo antes de conocer a Tom.
Y al conocerlo aún más solo se quedó.
Pues a la gente no le gustaba Tom.
Ni como lo llevaba a la perdición.
Tim es un chico bueno, muy amable.
Pero a la vez muy manejable.
Cosa que Tom ve aprovechable.
Para poder divertirse a lo grande.
Cosas malas ha hecho Tim.
Robar, engañar, mentir.
A todo lugar Tom le ha dicho de ir.
Y Tim le ha dicho que si.
Una vez Tim a alguien vió.
Tom le dijo "ve, amigo".
Y el pobre Tim algo le dió.
Y el pobre alguien sufrió.
A un lugar la gente lo envió.
Para que ya no causara temor.
Tim sufrió, con razón.
Sus ropas a él le quitaron.
Tom reía a carcajadas,
recordando todas sus macanas.
Tim no podía hacer nada.
Su camisa estaba apretada.
Hacia fila en la cenada.
Se sentía en una comarca.
Sus compañeros vacilaban.
Y su habitación era acolchonada.
Tom con esto disfrutaba.
Pero algo cambió una mañana.
Donde un hombre con bata,
le dijo a Tim "no pasa nada".
Le dió a Tim un frasquito,
en sus dedos muy finitos.
"No lo toques", Tom le dijo.
Pero a Tim le parecía rico.
Tim dejó la habitación,
la camisa y el colchón.
Y dejó de hacerle caso a Tom.
Y este, obvio, se enfureció.
Le gritaba fuerte a Tim.
"Haz esto, ve allí".
Pero Tim no volvió a ir.
Se sentía bien aquí.
Y llegó ese día feo,
en el que de repente y sin previo
Tom su voz fue perdiendo.
Y Tim lo fue escuchó menos.
Y el pobre Tom sufrió,
y se arrulló con temor.
Pues quería ser escuchado, y Tim debía escucharlo.
Pues Tom solo puede hablarle a Tim.
Y si pierde su voz, Tim no lo volvera a oír.
Y si Tim no lo oye, dejará de existir.
Tom tiene miedo, no se quiere ir.
De hacer cosas lo convenció.
Y era felíz con razón.
Pues le divertía la acción.
Tim estaba solo antes de conocer a Tom.
Y al conocerlo aún más solo se quedó.
Pues a la gente no le gustaba Tom.
Ni como lo llevaba a la perdición.
Tim es un chico bueno, muy amable.
Pero a la vez muy manejable.
Cosa que Tom ve aprovechable.
Para poder divertirse a lo grande.
Cosas malas ha hecho Tim.
Robar, engañar, mentir.
A todo lugar Tom le ha dicho de ir.
Y Tim le ha dicho que si.
Una vez Tim a alguien vió.
Tom le dijo "ve, amigo".
Y el pobre Tim algo le dió.
Y el pobre alguien sufrió.
A un lugar la gente lo envió.
Para que ya no causara temor.
Tim sufrió, con razón.
Sus ropas a él le quitaron.
Tom reía a carcajadas,
recordando todas sus macanas.
Tim no podía hacer nada.
Su camisa estaba apretada.
Hacia fila en la cenada.
Se sentía en una comarca.
Sus compañeros vacilaban.
Y su habitación era acolchonada.
Tom con esto disfrutaba.
Pero algo cambió una mañana.
Donde un hombre con bata,
le dijo a Tim "no pasa nada".
Le dió a Tim un frasquito,
en sus dedos muy finitos.
"No lo toques", Tom le dijo.
Pero a Tim le parecía rico.
Tim dejó la habitación,
la camisa y el colchón.
Y dejó de hacerle caso a Tom.
Y este, obvio, se enfureció.
Le gritaba fuerte a Tim.
"Haz esto, ve allí".
Pero Tim no volvió a ir.
Se sentía bien aquí.
Y llegó ese día feo,
en el que de repente y sin previo
Tom su voz fue perdiendo.
Y Tim lo fue escuchó menos.
Y el pobre Tom sufrió,
y se arrulló con temor.
Pues quería ser escuchado, y Tim debía escucharlo.
Pues Tom solo puede hablarle a Tim.
Y si pierde su voz, Tim no lo volvera a oír.
Y si Tim no lo oye, dejará de existir.
Tom tiene miedo, no se quiere ir.
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