Un Mundo No Tan Oscuro 1.9

Capitulo 9: El Día Despues

Ok, bajemos los humos un poco. Figurativamente, porque la noticia ESTALLÓ a la primera luz del día. Absolutamente todas las cadenas de noticias cubrían el siniestro, tanto en la televisión como en internet. Y se desvelaron datos hasta ahora desconocidos. Primero: el recuento de victimas fue el mas elevado en la historia de los ataques terroristas . Fueron necesarias todas las bolsas para cadaveres que se tenían y aún así sobraban cuerpos. El Sr McKinnley, patrón de la fiesta como les comente anteriormente, fue encontrado muerto en su oficina tras confirmar que las cenizas en el suelo eran las suyas. Hubo una avalancha de testimonios de los padres, quienes no podían contener las lagrimas al pensar en sus difuntos hijos e hijas. Se mencionó tambien a los 4 supervivientes, pero obviamente los padres de cada uno de ellos hablaron en su lugar, afirmando que se sentían bendecidos de que sus retoños no estuviesen en la lista de muertos al mismo tiempo que se compadecían de los padres que sí sufrian esa desgracia. Como la prensa amarillista se había extinguido hace tiempo, no se los vincularon con el crimen. Eso quedaría en opinión de cada quien.

Mientras tanto, Austin fue el primero en despertarse. Al no escuchar a sus padres efectuando su discusión matinaria, supuso que habían salido a trabajar. Así que bajó a la cocina y tomó un yogurt con cereal de la heladera. Vencería en una semana, por lo que era el momento oportuno para comerlo. Subió de vuelta a su habitación notando que su segundo hermano tampoco estaba, pues su puerta estaba abierta. Le restó importancia (y ustedes tambien deberían, esto es pura ambientación) y entró en su cuarto, encendiendo su computadora para revisar si los receptores de su mensaje nocturno habían respondido.

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Roke se despertó debido a una pesadilla que lo había llevado a convertirse. Por suerte, los pijamas para licanos estaban hechos para ajustarse al cuerpo del ususario, por lo que no se romperían si suceden cosas como estas. El joven, incapaz de volver a dormir, se levantó de la cama y se dirigió al baño para lavarse. La resaca estaba presente pero los licanos podían resistirla considerablemente mejor que las demas razas. Las imágenes de los cadaveres de sus amigos lo invadían cada vez que cerraba los ojos. Se calmó y se convirtió en humano. Cuando encendió su celular, por instinto entró a su perfíl de Faceworld y al costado estaban los chats de sus difuntos colegas. Se apenó y las lágrimas estaban por salir, pero se detuvo al ver que tenía un mensaje de un desconocido. Al abrirlo y ver el contenido, sus ojos sufrieron considerablemente. Parecía haber sido escrito por un campesino ciego con 4 dedos. Le costó varios minutos entender la totalidad del mensaje (que, de nuevo, parecía un transcrito greco-maya elaborado por una mula humana), pero al final lo descifró.
Recordaba vagamente al humano de la noche anterior, aunque no recordaba como se habían juntado en primer lugar. Pensaba en profundidad sobre lo que el humano ofrecía. Al principio le pareció mala idea. Lo último que sus padres querrían tras casi perderlo sería que se juntara con un desconocido. Pero pensandolo aún más, se dijo a si mismo que necesitaba respuestas. Haya sido un accidente o no lo que le quitó a sus amigos él debía saber la razón. Convencer a sus padres no sería facil. Casi que seria mejor no decirles e ir en secreto. La alarma de mala idea sonó en todo su cerebro. A su madre le daría algo si desaparecía sin decir nada. Deebería arreglar eso despues. Por ahora, se limitó a responder afirmativamente al mensaje. Acto seguido, se vistió para dirigirse al lugar de reunión.
Austin estaba tragandose el yogurt. Intentaba por todos los medios no saborearlo, puesto que sabía que su cuerpecito no lo soportaría. Lo bajaba con mucha agua del grifo para disipar esos restos nauseabundos. No solía desayunar, pero ese día necesitaría energías. La respuesta afirmativa del licano le complació y al ver que los demás no habían ni abierto el mensaje, decidió arreglarse con lo que tenía. Si los otros 2 presentaban interés irían al encuentro, confiaba el. Se puso su ropa de todos los días, los tipicos harapos de color muerto que no han conocido una lavandería en todo su período de existencia, los cuales solo se lavan cuando llueve. Por lo menos la cuidaba mejor que sus hermanos, que pasan como 4 desayunos hasta que se dignan a limpiarla. El caso: Austin sale de la casa. No se oyen más que los ronquidos de su hermano brujo. Y cuando está por cerrar la puerta, su hermana entra corriendo tapandose la boca. Es lo que tiene beber por horas sin darse cuenta. Sin mediar palabra entre ellos, Austin cierra la puerta y se dirige al encuentro, esperando que el lobo no fuese el único en asistir.

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Dorothy y Keird se despertaron casi al mismo tiempo. La primera no sintió el más minimo interés en levantarse, mientras que el segundo lo hizo casi por instinto.

La bruja pensó bastante si debía levantarse. Desconocía si sus padres se habían retirado, pero supuso que no. Cuando era niña, ellos no se separaban de su lado cuando se enfermaba o lastimaba, lo cual pasaba a menudo. No por la estupidez de la infante, sino por sus descuidos (¿no es lo mismo?). Teniendo eso en cuenta, era lógico que no la dejaran sola luego de su terrible pérdida. Volver a dormir tampoco era una opción agradable debido a que a ella también la acosaban las pesadillas. Se quedó un rato pensando hasta que vió en su escritorio una luz que emanaba de su móvil. Nada interesante, pensó ella. El típico correo spam de "firma esta petición y libera a los alces naranjas para que vuelvan a su hábitat y sean devorados por tigresortes". A ver, que los zoológicos estan muy mal y que para este punto ya deberían haber desaparecido totalmente, ¡pero no me llenes la bandeja de entrada con esas mierdas!
En fin, Dorothy leyó el mensaje de Austin teniendo los mismos problemas que Roke. Debido al hecho de que acababa de abrir los ojos y sus neuronas aún se acomodaban, le resultó incluso más dificil resolver el acertijo. Una vez que lo hizo, pese a que todos sus ánimos le decian que siguiera revolcada en su miseria, estaba ese puntito en su alma que le decía "¡No perra! ¡Tú no eres así y lo sabes! ¡Levanta tu ogt y busca respuestas!" Pero la mayoría le contestaba "no, pa que. Quedate ahí", pero el puntito se hacía puntote y decía a los demás "NO" en todos los idiomas conocidos. Y así la mayoría dejó de serlo, el punto ocupó todo el espacio y antes de que se diera cuenta, Dorothy se levantó decidida a seguir lo que el punto decía.

-No -se dijo a si misma. -No voy a dejarlo así
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Keird tuvo complicaciones. Sus sentidos aumentados le jugaban en contra mas a menudo de lo que te imaginas. El olor a humo, el sonido del estruendo, el gusto a fuego, todas esas memorias pactaron para atacarlo al mismo tiempo. Los lideraba la imagén mental de la cara de Renata sin vida, sepultada en los bultos que antes eran sus amigos. Su corazón sufría una experiencia similar a que un tren te pase por encima de la cabeza. Nunca había tenido el valor de decirle sus sentimientos y en los 14 años en los que fueron amigos no le faltaron oportunidades. Con sus 22 años pero apariencia de 17, jamas había sentido por alguien lo que sentía por Renata. Desde el momento en el que la conoció su vida se sentía plena. El resto de su larga vida se arrepentirá de no haberle dicho cuánto la amaba.

Debido a sus habilidades, notó que su madre había dormido colgada en el techo de su habitación para acompañarlo. Siempre fue así. Cuando no era más que un bebe, ella siempre entraba a su cuarto para verificar que no estuviera respirando (nah mentira, pero sí es muy maternal). El caso es que, levantado por instinto como dije anteriormente y perseguido por sus recuerdos tortuosos, miró sus celular para distraerse. Así como sus antecesores abrió el Faceworld y así como ellos, tuvo que concentrarse para descifrar el idioma caiejero. Al final lo entendió, así como lo que conllevaba. ¿Le dejarían sus padres asistir a ese encuentro? ¿Quería ir? ¿Valdría para algo? Eso se lo podría preguntar a su madre directamente, ya que ella se movió a su lado en el momento en el que prendió el móvil. Al estar leyendo el mensaje, no se había dado cuenta de este hecho.

-¿Vas a ir? -le preguntó la matrona.

En toda la vida de Keird, sus progenitores nunca le habían prohibido nada, así como los padres de sus padres no lo habían hecho (pese a que en esos tiempos de guerra era peligroso salir a las calles si tenias colmillos). Pero la guerra había acabdo hace decadas y hoy en día ya no linchan vampiros en las plazas publicas ni venden balas de plata junto a las paradas de autobuses.

-¿Debería? -dijo Keird indeciso.

La verdad no sentía curiosidad por descubrir la verdad como los demás sobrevivientes. Por lo menos, no tanto. Demasiado sumido en su dolor personal cómo para enfocarse en eso. Por suerte, su madre siempre fue experta en hacerlo cambiar de opinión.

-Sabes que tu padre no cree que haya sido un accidente. Y yo tampoco. Él va a encontrar al responsable, eso seguro. Pero te conozco, hijo. Se que quieres saber lo que pasó por ti mismo. Si esto te resuelve algunas dudas, deberías ir. Ire contigo si quieres. Lejos, para no poner nerviosos a los demás, si es que van.

Keird lo pensó más lucidamente. Lo que decía su madre no era mentira. Fuera de su dolor y su pena, ciertamente quería saber qué ocurrió exactamente. Pero, ¿sería una reunion de 4 jovenes algo que daria tantas respuestas? Puede que si, puede que no. Pero no estaría mal averiguarlo.

-¿Y si tiene malas intenciones?

-Bueno -dijo la mujer con su voz adolescente tan caracteristica suya-, entonces tu padre y yo se lo daremos de comer a los perros. Además, por como escribe, no creo que sea tan inteligente como para hacer un plan asi.

Ambos rieron. Podrá ser su madre, pero se divertía con ella más que con cualquier conocido de su edad. Keird miró la ropa que estaba en la silla, la que había usado la noche del siniestro. Nuevamente recordó su perdida.

Ire -se dijo a si mismo. -Debo saber por que fuiste tú.